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pepe-cerda

Bigott, Clara y Antón.

Que grandísima entrevista. Cada día me cae más simpático este tío.

Cada día me gusta más su música.

Animales coyunturales.

Muchos de los padres de los que ahora rondamos los cincuenta invirtieron el fruto de sus pluriempleos en formarnos lo mejor posible. La mayoría de ellos  desertaron del arado y llegaron masivamente a las ciudades allá por los últimos años cincuenta del pasado siglo. Ellas a servir y ellos a doblar hierros doblando el espinazo que ya llevaban doblado de serie. Cualquier empleo en la ciudad era preferible a seguir de peón agrícola, o  de mediero o de minifundista en aquel campo de aquella España regada y abonada  aún con la sangre y la mierda de la guerra civil.

Aquellas madres que nos acariciaban con sus manos despellejadas que olían a la lejía de la casa ajena en la que se ganaban los cuatro duros y aquellos padres que se iban de la casa al alba con la fiambrera con el almuerzo y que volvían ya entrada la noche creían que su circunstancia era consecuencia directa de su falta de cultura. Por eso se juraron darnos la mejor educación posible , les  costase lo que les costase, y pagaron lo que les pidieron en los colegios de pago. Y pagaron los mil y un plazos de las enciclopedias que les vendían unos charlatanes que les ponían en la tesitura de elegir entre el futuro bienestar de sus hijos y el “pequeño” esfuerzo de pagar un “poco” al mes. Enciclopedias que se amontonan hoy en las tiendas de muebles de segunda mano que regentan ex drogadictos y en las que no paran de sonar salmos. Enciclopedias que se ordenan para su venta en estos establecimientos en los mismos muebles-librería de embero y con mueble-bar iluminado y forrado de espejos de nuestra niñez. Se podría afirmar que las tiendas de "reto a la droga" y similares guardan ahora los decorados de nuestra infancia.

Aquellos hombres y mujeres que nos engendraron y nos parieron creyeron que si sabíamos leer y escribir, los afluentes de los ríos, las regiones de España y los países del mundo nuestra vida sería necesariamente mejor, que se nos vacunaría para siempre contra la misería. Y así fue. Y así lo creen los que preparan los temarios de las oposiciones en las que si aciertas las preguntas accedes  a un estatus en el que el dinero llegará cada mes de un modo seguro y garantizado por el estado. Y así lo ha creído hasta hoy nuestro gobierno.

Pero nuestro bienestar creciente desde nuestros progenitores hasta hoy no ha sido consecuencia de nuestra formación sino del crecimiento económico en occidente del último siglo. Crecimiento más sustentado en un par de guerras mundiales y en la colonización del resto del mundo que en nuestra cultura.

Por esto, ahora, cuando vemos cómo ciudadanos con varios idiomas y excelente formación rebuscan en los contenedores de basuras de los supermercados en busca del yogurt caducado, cuando vemos como nuestros viajados y superpreparados hijos no encuentran ni encontrarán trabajo, cuando deben emigrar del mismo modo en el que lo hicieron nuestros padres, debemos sacar la conclusión de que no somos otra cosa que animales coyunturales.

Y ahora en nuestra coyuntura “pintan bastos”.

 

De cómo hemos cambiado.

En 1989 el mundo entero vió cómo era juzgado y ejecutado Nicolae Ceaucescu y su esposa Eleonora. En 1989 éramos considerados lo suficientemente adultos como para poder soportar la verdad por cruel que fuese. El documento además de espeluznante es muy clarificador de como se comoportan los que dicen representar al estado y de cómo les va según estén en un lado o en el otro.

Ahora ya no se nos dice nunca la verdad. Se supone que es por nuestro bien. Los que nos gobiernan no nos consideran lo suficientemente adultos como para mostrarnos la ejecución de Bin Laden, tal y como se nos mostró la de Ceaucescu hace veintitantos años. Nos debe bastar con ver las caras de preocupación de Obama y Hilary al ver como lo ejecutan en unas fotos bastante chulas eso sí. Los políticos nos mienten sobre todas las cosas importantes; el alcance de la crísis, el estado real de los que nos guardan la pasta: los bancos y la quiebra del sistema en general.

Cavilo que el que mentía sistemáticamente a su pueblo era Ceaucescu y que por eso los que lo derrocarón querían comenzar por decir y mostrar la verdad tal cual era, por cruel que fuese. Cavilo que una condición de los sistemas democráticos debería de ser el exponer permanentemente la verdad. Cavilo que el paternalismo del que hacen gala nuestros  gobiernos tardodemocráticos es más propio de sistemas totalitarios.

Cavilo que esta democracia no es otra cosa que la dictadura de la casta política para con sus inferiores: los ciudadanos.

Hola de nuevo.

 Hace ya mucho tiempo que no escribo aquí. Algunos de mis lectores, que además me conocen, me lo han recriminado.  Otros, que no me conocen, habrán pensado que quizás me haya pasado algo. Los silencios prolongados en los blogs pueden significar asuntos macabros. No, no me ha pasado nada. Nada digno de reseñar, tan solo lo he ido dejando, dejando… y cuanto más lo he ido dejando, como con todo, más pereza me ha ido dando el retomar el vicio de  contar por contar.

Contar por contar es lo que yo he venido haciendo aquí desde hace ya más de un lustro. He ido vertiendo juicios, opiniones, sucedidos, reflexiones y anécdotas sin ton ni son. A muchos, la mayoría, de los lectores les ha ido entreteniendo y cuando les ha dejado de entretener han dejado de leerme y en paz. A otros, los menos, les he ido cabreando y se han ido calentando, y por esto, aunque resulte paradójico, me han seguido leyendo. Algún galerista local y algún preboste artístico  de mi ciudad así me lo han hecho saber, cargándose de razón, impostando la voz,  como cuando de adolescentes fingíamos la edad que no teníamos poniendo la voz grave de falsete.

 No les ha parecido  bien el modo tan poco respetuoso con el que me he referido aquí al mundo del arte y a su comercio. Además de no parecerles bien se han dado por aludidos, lo que vendría a ser como si se enfadasen los taxistas por críticas o chanzas a la formula 1. Al fin y al cabo tan conductor es Fernando Alonso como cualquiera.  Como Chestertón bien decía “el verdadero temperamento artístico es cosa de principiantes y aficionados”. Nadie se toma tan en serio a sí mismo como los neófitos. En el fondo su cabreo me ha halagado, cosa que aún les ha cabreado más.

El problema de dejar de contar por contar por un tiempo es que no se encuentra luego ni el tiempo ,ni el tono, ni el modo, ni el qué, ni la razón, ni la justificación para volver a hacerlo. Por esto hoy voy a colgar este texto insustancial para que sea el primero después del lapsus y así pueda ir colgando  los demás que vayan saliendo sin la gravedad del primer párrafo.

Reverso de la invitación.

Reverso de la invitación.

La foto del post de  abajo es el anverso del tarjetón. La foto es del genial Vicente Almazán, nos la hizo en Madrid hace unos meses.

Lo reproducido arriba es el reverso. Ahí lo pone todo. Estan todos invitados.

(Lo he hecho en dos post porque no sé colgar dos imágenes en uno solo)

Expongo en Utrecht.

Expongo en Utrecht.

El día tres de Abril expongo en Utrecht.

Expongo junto a Pat Andrea lo que es un inmenso honor para mí. Pat Andrea, además de ser amigo mío, es un artista muy importante y famoso, no sólo en Holanda, sino en medio mundo. Dónde quizás sea menos conocido es en España. Pero desde que existe internet el que no se entera es porque no quiere.

El día de la inauguración Philip Freriks, periodista y locutor de televisión holandés especializado en asuntos culturales, hará una emisión especial desde la galería.

He de confesarles que estoy un poco abrumado.

Más cavilaciones.

Cavilo que, los que rondamos los cincuenta, somos la primera generación  de la historia de España que ha cumplido el medio siglo sin matar ni haber visto matar. No ha sido el caso ni de nuestros padres, ni de nuestros abuelos, por citar las generaciones que hemos conocido. Nuestros padres y abuelos vivieron una o dos guerras, la civil y la de África, en el caso de los míos.

Recuerdo las postales que leí de niño y que le mandaba mi abuelo desde Nador a mi abuela en los años veinte en las que a menudo se refería a los hechos de la guerra con toda naturalidad. Los hechos de la guerra desde el punto de vista del soldado no son sino muerte y miseria. Mi abuela las guardo toda su vida como cartas de amor sin que le molestase o repugnase los hechos que allí se relataban. La muerte y la vida se mezclaban con el amor con toda naturalidad.

Cavilo que mi madre mato centenares de pollos y conejos, así como ayudó en decenas de matacías de cerdos y degüellos de corderos. Uno de los más vivos recuerdos de mi niñez es el algodón impregnado de alcohol y encendido que se empleaba para quemar las últimas plumas de los pollos tras escaldarlos y desplumarlos. Ahora todo esto se perpetra de un modo industrializado en los mataderos y se nos presenta los filetes en bandejas de porespán.

Así nuestra conciencia está más tranquila.

Cavilo que hemos sido educados por unas generaciones que en su totalidad sufrían de un modo natural eso que ahora llamamos estrés postraumático.

Cavilo que todos los escritores del pasado y que me han formado son también asesinos.

Cavilo que en esta cultura del analgésico que me ha tocado vivir se vive escondiendo la muerte y la decrepitud. Tal y cómo se hace con los niños.

Cavilo que somos una sociedad infantilizada y formada por Walt Disney.

Cavilo que por eso el estado legisla por nuestro bien. Por eso quiere conducir por nosotros, se preocupa de lo que fumamos y bebemos, y nos inspecciona.

Cavilo que por eso tenemos tantos problemas imaginarios.

La rabia como energía.

Inde me propone la rabia como motor de trabajo y creación. Pero creo que la rabia no ha sustituido a la pericia y al amor como motores de creación. La rabia sirve más bien para la destrucción. En este país en el que tantas cosas se han ordenado hacer “por cojones” en el pasado sabemos algo de esto.

Otra cosa es emplear el pundonor para vencer a la pereza. Es un poco torticero pero aceptable. El asunto consiste en obligarse a hacer lo que sea. La ventaja del amor es que convierte la pesada acción de hacer y existir en placentera y , por lo tanto, no es necesario obligarse. Pero como es sabido no se pueden hacer esfuerzos amorosos o sentimentales por lo que la opción de la fuerza de voluntad es más segura aunque menos agradable.

 En cualquier caso todos estos asuntos son cosas de principiantes, como el verdadero temperamento artístico, según Chestertón. Los profesionales nos levantamos del sueño y nos ponemos a hacer. Así de simple y aburrido.

Vuelvo a cavilar.

Cavilo que para continuar siendo, para continuar trabajando, hacen falta unas grandísimas dosis de candor y de sosiego. Este candor y sosiego es lo que, al parecer, proporciona la fe en los dioses, tanto en los antiguos como en los modernos, los que ahora se nos ofrecen para que elijamos a los ciudadanos. Se puede tener una fervorosa fe en la democracia, en el sistema autonómico,  en Buda, en el arte, en el atlétic, en el amor, en el crecimiento sostenible, en la rectitud de nuestros gobernantes o en la fortaleza de nuestro sistema financiero.

Cavilo que yo no tengo ni he tenido ni fe, ni candor, ni sosiego.

Cavilo que para pretender hacer arte es imprescindible tener fe, candor y sosiego.

Cavilo que yo no soy un artista que sólo pretendo ser un pintor, el mejor pintor posible teniendo en cuenta mis limitaciones.

Cavilo que la sabiduría es un fuego que alumbra pero que no calienta y que la pasión es un fuego que calienta pero que no alumbra.

Cavilo que prefiero estar despierto que estar dormido.

Cavilo que ahora sé porque siempre tengo frío y siempre estoy un poco triste.

Cavilo

Cavilo que si soy el que soy se lo debo fundamentalmente a mis errores. Son los errores, o mejor dicho los defectos, los que han forjado mi carácter. Es más, gracias al ahínco con el que ahondado en mis defectos he podido construirme algo parecido a eso que llamaban “personalidad”.

Cavilo que las virtudes y los aciertos unifican y que los errores y los defectos diferencian.

Cavilo que eso que llaman en las artes estilo consiste en dejar que los vicios del quehacer artístico sean por ellos mismos.

Yerro luego existo.

Carta abierta de una trabajadora autonoma.

Carta abierta a ZP

 

Me cuesta encontrar una fórmula cierta para el encabezado de la carta, así que recurriré a los formalismos, a sabiendas de que no expresan mis sentimientos:

 

Estimado presidente.

 

Me presento: Soy una profesional autónoma dedicada al mundo de la restauración de monumentos. Además, y sobre todo, soy madre, madre divorciada que cuida y ama a sus hijos y pretende educarlos con responsabilidad. Ello pasa por pasar tiempo, tiempo de calidad con ellos. No eché hijos al mundo para que los críe otra persona. Y por ello desde mi circunstancia de trabajadora autónoma elegí trabajar parte de mi jornada desde casa, gracias a las posibilidades de Internet y las nuevas tecnologías, bien de madrugada o por la tarde a tiempo parcial, entreverando mis deberes con los suyos. Además tengo mi local de trabajo donde tengo instalado el laboratorio que ni me cabe en casa ni puedo tenerlo habiendo niños. Y aún creé un puesto de trabajo a media jornada de una trabajadora que hiciera lo que no llegaba yo. Y su gobierno me lo agradeció.

En definitiva trabajo en ambos sitios en un intento de conciliar mi vida laboral y familiar, un ejemplo práctico de las políticas de igualdad que su gobierno proclama.

Pero como le digo, además trabajo en restauración de monumentos. Y, aunque me llevo muestras a mi laboratorio, es cierto que a la gente le sabe mal que desmonte sus catedrales y me las lleve a casa para no tener que desplazarme a trabajar. Además, el local –y también mi casa- es pequeño y no me caben. De manera que no me queda más remedio que desplazarme hasta donde estén, lo cual conlleva tener que coger el coche y, muchas veces, más de las que me gustaría a mí, comer fuera. Bien es cierto que cuando he tenido suerte de trabajar en mi ciudad he procurado echarme la mochila al hombro e ir en bicicleta, más barato, sano y respetuoso con el medioambiente. Podríamos llamarlo economía sostenible, como también proclama su gobierno.

Sin embargo lo que su gobierno proclama no debe de valer para la Agencia Tributaria, o sea, para su gobierno, curiosa paradoja. Nunca me ha tocado la lotería pero sí resulte “agraciada” en el sorteo de inspecciones de actividad, en concreto la de 2008. No fue mal año aquel, la verdad, no puedo decir lo mismo de los siguientes. Pero Hacienda, o sea, su gobierno considera que estoy defraudando al meter los gastos de desplazamiento y manutención cuando voy a una obra o cuando meto los gastos de luz e Internet por trabajar parte de mi jornada en casa, mientras cuido a mis niños y mando informes en pdf.

Y de esta manera, me reclama una cantidad que no soy capaz de pagar, porque, como sabrá estamos en crisis y el trabajo ha flojeado. Ya ve, a mí nadie me da ayudas por pérdidas de beneficios, nadie me convoca a Moncloa a pedirme mi opinión para buscar soluciones para la crisis. De mí sólo se acuerda su gobierno para exprimirme un poco más y así poder ayudar a esos grandes empresarios que nos han llevado a la crisis, que viajan en clase Business o en Audis, comiendo en restaurantes de alguna estrella michelín y que seguramente hayan despedido a mucha gente en estos dos años. Yo creé medio puesto de trabajo. Proporcionalmente, es una barbaridad. Y tengo que pagar más por trabajar.

¿De verdad piensa que puedo comenzar la carta con un “estimado presidente”?

Conversaciones en la Aljafería 2

Otro fragmento.

Conversaciones en la Aljaferia

Hace unos meses estuve hablando de todo un poco con José Luis Melero y Antonio Ansón en la Aljafería, actual sede de las Cortes de Aragón. Aquí les dejo un fragmento de lo dicho por si es de su interés.

Entrevista a Santiago Sierra.

"La democracia es una estafa, es la dictadura perfecta"

Entrevista a Santiago Sierra (El País):

Pregunta. No abundan los casos de artistas que hayan renunciado a la púrpura de los premios oficiales (Sartre y el Nobel, Godard y el Oscar honorífico). ¿Por qué decidió rechazarlo?

Respuesta. Creo haber expuesto con mucha claridad mis razones en mi carta a la señora González-Sinde. No obstante, y por explicárselo de otro modo, digamos que ni por treinta ni por ochenta mil euros le daré nunca la mano a cómplices de la incoherente barbarie bancaria y militar, ni tampoco a gente que trabaja activamente contra el bien común.

P. ¿Era consciente del revuelo que se iba a armar?

R. Esperaba ser descuartizado como en otras ocasiones. Por el contrario mi correo está bloqueado con felicitaciones procedentes de todo el mundo. Creo que somos muchos los que estamos hartos ya de estar hartos de una casta política que se turna en el poder con el único objetivo de explotar a la población y ponerla al servicio de intereses privados.

P.Según ha explicado la ministra, cuando se lo comunicó usted respondió que estaba profundamente agradecido. No entiende que renunciara 24 horas después.

R. La ministra dice la verdad, estoy sinceramente agradecido a los profesionales del arte y la cultura por la decisión tomada. Lo digo sin ningún tipo de ironía.

P. En uso de su libertad, denuncia un Estado cómplice de las guerras, responsable de desmontar y liquidar del Estado de bienestar... Supongo que habrá leído los comentarios de satisfacción que muchos han volcado en el blog...

R. La democracia es una estafa, es la dictadura perfecta. Se elige entre dos dictadores: uno que sonríe y otro que gruñe. Ambos tienen los mismos jefes. Han convertido las elecciones en un acto de adhesión al régimen. Y si tras sus campañas propagandísticas multimediáticas no tragas, te mandan a los antidisturbios y listo. No sé hasta cuándo vamos a soportar esto, realmente no lo sé.

P.También hay lectores de su blog que no entienden qué diferencia hay entre aceptar un Premio Nacional o el encargo para trabajar en el pabellón de España en la Bienal de Venecia. ¿Puede argumentarla?

R. Pues es muy simple de entender: en un caso te pagan por una reverencia y en el otro por hacer tu trabajo. Mi trabajo, evidentemente, no es hacer genuflexiones ante nadie.

P.Su trabajo ha tenido siempre un fuerte contenido político. ¿Cree que es cada vez más necesario que los artistas presten su voz a la realidad política?

R. Los artistas, como cualquier otro miembro de la sociedad, deben hacer lo que les plazca, es cosa de cada uno, y yo no soy quién para decir a nadie lo que debe o no debe hacer.

P. ¿Qué importancia da al mercado un artista como usted?

R. El mercado lo es todo y no parece haber mas allá.

P. Cultura ha manifestado su deseo de utilizar los 30.000 euros que usted rechazó en comprar obra de artistas españoles. ¿Le parece buena idea?

R. Sí, claro, es una idea excelente. El mundo del arte está completamente tieso, ya de paso que no se olviden de comprarme algo a mí también.

P. ¿Qué le inspira la masacre que acaba de ocurrir en el Sáhara?

R. Lo mismo que las de México, Guatemala, Brasil o África Central. Si me permite la expresión, son unos malditos hijos de banquero, es decir, todo es puro business.

P.¿Cómo está siendo su experiencia de trabajo en Sidney? ¿Puede detallar qué es lo que está haciendo?

R. En Australia estoy preparando una muestra en la Queensland Art Gallery de Brisbane, y también daré unas conferencias en los institutos Cervantes de Sidney y Camberra.

Frase memorable.

El otro día me visitó en Villamayor el doctor, y sin embargo amigo, Ángel Artal.

Era la segunda vez que venía a Villamayor, me dijo. La vez anterior había sido hacía veinte años. Visitó a dos hermanos solteros a cuya madre trataba como médico cardiólogo.

-Recuerdo muy bien aquella visita. Me prepararon una aceitosa y exquisita ensalada de cebolla con olivas negras. Me recuerdo rebanando el plato con un pedazo de pan, tal y como hacían mis anfitriones. También comimos unos pedazos de jamón de un dedo de gordos, que entonces se llamaban magras.  Bebimos no poco vino de aquél que manchaba el vaso y los labios.

-Sí, el famoso vino “morro negro”. Deberían hacer una denominación de origen.

- Sí, quizás. Pero lo que te quería contar es otra cosa. A los postres uno de los hermanos hizo esta reflexión:

 -“Este está soltero porque quiere. Siempre pensé que se casaría enseguida. Se me hace muy raro porque siempre ha tenido  un joder muy alegre.”

- Como comprenderás la frase “Siempre ha tenido un joder muy alegre” no es para olvidarla así como así.

-Claro, claro, ya me hago cargo.

Carta.

Reproduzco a continuación la carta que ha remitido el artista Santiago Sierra a la Ministra de Cultura, Ángeles González Sinde, en la que renuncia al premio nacional de Bellas Artes que le otorgaron hace un par de días.

Toda una obra de Arte.

 

 

 

 

 

Madrid, Brumaire 2010


Estimada señora González-Sinde,


Agradezco mucho a los profesionales del arte que me recordasen y evaluasen en el modo en que lo han hecho. No obstante, y según mi opinión, los premios se conceden a quien ha realizado un servicio, como por ejemplo a un empleado del mes.

Es mi deseo manifestar en este momento que el arte me ha otorgado una libertad a la que no estoy dispuesto a renunciar. Consecuentemente, mi sentido común me obliga a rechazar este premio. Este premio instrumentaliza en beneficio del estado el prestigio del premiado. Un estado que pide a gritos legitimación ante un desacato sobre el mandato de trabajar por el bien común sin importar qué partido ocupe el puesto. Un estado que participa en guerras dementes alineado con un imperio criminal. Un estado que dona alegremente el dinero común a la banca. Un estado empeñado en el desmontaje del estado de bienestar en beneficio de una minoría internacional y local.

El estado no somos todos. El estado son ustedes y sus amigos. Por lo tanto, no me cuenten entre ellos, pues yo soy un artista serio. No señores, No, Global Tour.


¡Salud y libertad!


Santiago Sierra

Conciencia.

Leo que nacemos sin conciencia. Leo que es precisamente la conciencia lo que se desarrolla en los primeros años de vida. Leo que conciencia es, antes que nada, la capacidad de situarnos en el tiempo.

 

Por esto la frase que mi sobrina pronunció a los tres o cuatro años se me hace hoy especialmente reveladora.

 

Dijo:

 

-¿Hoy es ayer o es ya mañana?

Del cine y de la memoria.

Clint Eastwood produjo y dirigió en el 2006 la fantástica película  titulada “Cartas desde Iwo Jima”. Se trata de la historia de la defensa de la isla de Iwo Jima desde el punto de vista del ejército  japonés.

Sesenta y un años después de lo sucedido en la guerra contra Japón los Estados Unidos son capaces de aceptar  que en una guerra todos pierden y de premiar la película de Eastwood aún a pesar de que los protagonistas son los japoneses.

Cómo me gustaría que en España, setenta y un años después de la guerra civil, se aceptase lo mismo que en Estados Unidos y que se reflexionase cinematográficamente  con la misma naturalidad que Eastwood  y pudiésemos ver  una película similar.

Hasta  ahora no ha sido posible. Durante la dictadura franquista se filmaron no pocas películas contando la gesta de la cruzada nacional. Tras la transición  se han hecho otras tantas contando la gesta contraria. 

¡Ojalá llegue pronto el momento en que, satisfechos todos los legítimos derechos de los descendientes de las víctimas, podamos reflexionar sobre la catástrofe que significa una guerra en su conjunto! .

 Y “en su conjunto” ha de querer decir: desde cualquiera de los dos bandos,  sin que esto se entienda automáticamente como un ejercicio  apología o de revancha. Cuando algún director de cine, español o no, sea capaz de hacer con la guerra civil española una película similar a la de Eastwood significará que por fin la transición española habrá concluido.

 

Sección novias.

Ayer entré a curiosear en un enorme almacén ajado que en su día fue una industria y que ahora ha sido reconvertido en tienda de ropa de segunda mano. Tienda regentada por una asociación de rehabilitación de toxicómanos de las que han proliferado no pocas en nuestro país y que se nutren, fundamentalmente, de vaciar los pisos tras la defunción de sus inquilinos. De vaciar los pisos de los difuntos cuando ya han pasado y recogido todo lo que consideran de valor los herederos.

En estos sitios, a diferencia de los antiguos traperos,  hay una intención organizativa muy loable. Está: la sección de zapatos, de ropa de hombre, de ropa interior, complementos, etc. Es una copia del Corte Inglés pero en cutre. Lo que aún lo hace más cutre.

Desde ayer no puedo olvidar la imagen de una joven que vi en este “centro comercial” alternativo y chabolista. La joven acariciaba lentamente las mangas  de un vestido de novia de satén. Miré los ojos de la joven y vi en ellos el deseo de poseerlo. También vi en ellos que lo deseaba y que no lo podía pagar, que lo deseaba desde hacía tiempo y que iba de vez en cuando a acariciarlo.

La sección en la que están colgados los trajes de novia usados es la más triste del tristísimo y mal iluminado almacén. Pensé que si algo ha de necesariamente estrenarse es la ropa interior y los vestidos de novia. Pensé que en un país suficientemente desarrollado ninguna joven debería quedarse sin su vestido de novia soñado. Por esto; la imagen de una joven acariciando el vestido, indicando que lo desea y que no se lo puede pagar, y que, si lo pudiera pagar,  aceptaría resignada ser la segunda novia, como mínimo, que lo luciese, me pareció significativa del momento por el que atravesamos.

Y no sé porqué hoy se lo cuento a ustedes.

Esto es lo que hay.

Desgraciadamente esto es lo que hay. Si tienen unos minutos y prefieren saber a estar tranquilos vean este video.

Si quieren tener un buen día no lo vean.