De las nuevas reliquias.
He oído por la radio que el valor para el seguro de los cuadros que vienen de París del museo Picasso para que se expongan en Madrid asciende a dos mil millones de euros. Lo ha dicho para impresionar a los oyentes, en la más repipi y arrogante de las entonaciones del francés una tal Baldesari, responsable, para esta exposición, del museo Picasso de París. Creo que la exposición se titulará los Picassos de Picasso. También he oído por la radio que los cuadros han viajado desde París en cinco camiones distintos por motivos de seguridad ya que ninguna de las épocas de Picasso puede ir en un solo camión, ha de distribuirse entre varios por sí hay un accidente.
He empezado a darle vueltas al costo de esta exposición. El seguro, del transporte, clavo a clavo, como lo llaman ellos- rondará los doscientos mil euros, el transporte- cinco camiones, más personal de seguridad- unos ciento veinte mil, el catálogo cien mil, más lo que cobre la comisaria, más lo del museo de París, más lo del de aquí, más gastos de montaje e instalación, más el otro seguro mientras dure la exposición, más la seguridad añadida, etc.
Todo esto nos indica que lo que se está ransportando y se va a exponer es valiosísimo, de lo más valioso que en el mundo hay. Por esto toda precaución es poca. Por esto la comisaria de la exposición cuenta por la radio lo del seguro, para impresionar a los oyentes.
Pero; ¿por qué son tan valiosos los garabatos de nuestro malagueño?, ¿por qué son tan imprescindibles para la humanidad?. Desde el sentido común no encuentro explicación, la encuentro fuera del sentido común, de la lógica; la encuentro en lo religioso en la reliquia, en la astilla de la “vera cruz” en el oscurantismo medieval.
Entonces, como ahora, había toda una industria de tráfico de reliquias para su venta y exposición. Entonces, como ahora, había un sitio específico donde adorarlas, antes la catedral, ahora el museo. Entonces, como ahora, había una casta que celebraba ante ellas, antes el sacerdote, ahora ya saben quien. Entonces, como ahora, había una literatura que sustentaba la cosa de las reliquias y para serlo tenían que ser objetos o fragmentos de los utensilios, vestiduras, o del cuerpo del santo al que perteneciese.
Lo que viaja desde París son garabatos realizados por el último santón sobre el que el nivel de consenso con respecto a su genialidad es abrumador en el primer mundo. Aunque nadie ha explicado con claridad por qué es un genio ni cuáles son sus milagros. Esta claro que Einstein lo es por el “milagro” de la teoría de la relatividad, Darwin por la teoría de la evolución, Watson y Crick por lo del ADN, etc.; pero por qué lo es Picasso yo no termino de verlo, al menos hasta el punto de que sus obras viajen en camiones separados para que la humanidad esté más tranquila. Si se quiere equiparar la tontería esa del cubismo con lo del ADN, entonces un servidor se calla, pero no otorga. Se calla, porque ya no hay por donde seguir, porque estamos hablando de creencias, y por lo tanto de religión, y uno no quiere ser un infiel y que le condenen como a Salman Rushdie.
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luis -