Amigos
Amigos; cuanto os echo últimamente de menos.
Esta noche me faltáis, aunque sé que andáis por ahí, tan cerca que casi puedo rozaros con la yema de los dedos si extiendo los brazos.
Pero, me falta aquél dandy de provincias y abogado que gustaba de coches clásicos deportivos y que preguntó a un atónito cliente tras una noche sin dormir en las puertas del juzgado:
-¿Acusamos o defendemos?.
El mismo que defendió ante el juez a unos estafadores para los que pedía la libre absolución pues a su juicio: “...no eran otra cosa que burgueses impacientes”
Me falta el gordo faltón y tiernísimo amigo, de inteligencia y erudición sin par, que un congreso de culturas periféricas afirmó que: “...la cultura o: es una, grande y libre, o no es”. Y que anda por Madrid y está contento.
Me faltan el afufandado y camisablanco semiótico que se busca al tiempo que se pierde y que anda por París buceando en la insoportable melancolía del ser, sin los mínimos y necesarios chantajes para subsistir. ¡Olé!, Y que se enzarza en incomprensibles e interminables discusiones con el catalán que olvido su castellano y que no hay manera de centrar.
Me falta el eterno buscador de señoritas que no sabe ya en cuantos países ha trabajado y que siempre está o recién llegao o a punto de marcharse.
1 comentario
Luis Augusto -
Cariñicos..