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pepe-cerda

Clientes

Ayer no fui lo suficientemente claro.

Lo que quería expresar es el nuevo modo de toma de decisiones en las estructuras del fin del capitalismo.

Hasta hace no mucho la estructura, empresarial o política, copiaba a la militar. Esta funcionaba, más o menos, así: después de una decisión política -declarar una guerra por ejemplo- se ponía en marcha la maquinaria, los estrategas diseñaban el plan de ataque, o defensa; los tácticos lo ponían en marcha y estudiaban la logística y por último los ejecutores, la tropa lo llevaba a cabo. En este caso lo que yo llamo “cliente”, o interlocutor, o sujeto final del proceso, es el enemigo.

Ahora, que, en el primer mundo, vivimos en la sociedad del analgésico y del derecho al confort y a la felicidad, el nuevo marketing predica lo contrario- aquello de “Señor consumidor” de aquel directivo vasco de Opel que se fue a Wolsvagen, ¿se acuerdan?-. Se trata de invertir la estructura, ha de ser el consumidor el que le haga saber al vendedor sus gustos, para que este lo traslade al representante y este, a su vez a fábrica para que los más íntimos caprichos y anhelos del cliente se conviertan en realidad y en negocio.

Esto que parece hasta cierto punto lógico cuando hablamos de bienes de consumo, ha ido contaminando el resto de las estructuras.

Así es en la escuela y en la Universidad donde los alumnos evalúan la capacidad de enseñar y los conocimientos del profesor. Aprender ha pasado de ser una obligación a ser un derecho.

 Así es en la frontera de Melilla donde los asaltantes denuncian, a través de un despliegue de medios audiovisuales enviado y pagado por el país al que pretenden entrar ilegalmente, la agresividad de los guardias desarmados que la custodian.

Así es en los informativos de televisión en los que más de la mitad del tiempo de emisión se usa para que se expliquen torpemente los futbolistas y sus entrenadores, independientemente de lo que esté pasando en el mundo.

Este nuevo modo de toma de decisiones por parte del cliente- el enemigo en el ejemplo militar- quizás haya probado su eficacia en el mundo del comercio, de lo que yo no estoy tan seguro es que sea igualmente eficaz a la hora de decidir cuestiones de calado.

12 comentarios

lamisma -

nada es bueno ni malo en si mismo, pero a mi personalmente me hartan ya las diferencias entre progres o catetos o fachas o rojos ... el caso es dividir ... seccionar o separar continuamente ... la autoafirmación o mejor dicho la afirmación colectiva viene de la diferencia.., ahh y por cierto, me ha costado leer como tres o cuatro veces a (anónimo) para entenderle algo y lo ultimo que escribe (en el siguiente post) ya me pierdo (piedad con los pobres mortales)

maníasmías -

...por cierto (se me olvidaba) se que estuviste con nuestro común amigo (que envidia una reunión así) y que estás exponiendo en huesca tu bellísima serie de vehículos blindados... (debería hacer un hueco en mi agenda y atravesar el país -el desierto- para verlos) muchos abrazos, maestropintor.

maníasmías -

toda la razón, aunque, para mi, lo peor es tener la claridad con la que lo que lo expresas y luego, al día siguente, tener que seguir alimentando el engranaje con una sonrisa (aunque burlona) en los labios.

viva la ignorancia!

:

m ; ) -

ayer no vinistes ayer no vinísteis ayer no...
Ortega es lo mejor

Sigue escribiendo porfa Pepe !!!

Nicolás -

Pepe, después de leer tu "post" me fui a re-leer la "Rebelión de las Masas" de Ortega y me encontré la frase que citas en el "Prólogo para los franceses" de la obra.

Y, ya empezados, me la estoy re-leyendo entera, que quizás hacía diez años que no lo hacía...

jmc -

Dicen que las personas han dejado de ser personas para convertirse en simples consumidores. la vida y la muerte no dependen de la uno mismo sino de su consumo. No hay nada más triste que mantener a una persona con vida no porque sea persona sino porque es un consumidor (de fármacos de todo tipo y calado) que hacen que su vida se alargue hasta que ya deje de consumir, por decir BASTA. Una consecuencia más de la sociedad de consumo

Magda -

Buenas noches.
Tampoco creo que sea muy eficaz en decisiones de calado. Por poner un ejemplo, cuando los estudiantes nos evalúan como profesores, la mayoría de las veces lo hacen subjetivamente, esto es: si les cae bien, o no, el profesor (si es exigente, seguro les cae mal), no evaluan respecto a lo que enseña. Asi creo que puede ser en los demás temas.

Muchos saludos.

Nicolás -

Justamente iba a comentar esta entrada tuya, y la anterior, citando a Ortega y su "Rebelión de las masas", pero ya veo que lo tienes en mente...

Anónimo -

De manera recurrente se tacha de reaccionario (o de facha, que es lo que más les gusta a nuestros trasnochados progres patrios, o de \"vivir en el XIX\", como hace lamisma en un comentario al antepenúltimo post de Pepe) a todo aquel que osa alzar su voz para señalar que no todo lo nuevo es bueno por el mero hecho de serlo, que existen valores ligados al humanismo que traspasan los siglos y que parecen estar perdiéndose en la vorágine de lo que los propagandistas del nuevo régimen mundial coinciden en llamar \"globalización\" (los franceses, para distinguirse de lo anglosajón aunque sólo sea nominalmente, prefieren llamarlo mundialización). Esta intolerancia cerval sí que me parece verdaderamente totalitaria y fundamentalista.
Ya lo dice Kundera, hoy la única manera de ser verdaderamente moderno es la antimodernidad.
(io)

Pepe Cerdá -

Como decía mi querido Ortega: ser de derechas o ser de izquierdas son dos formas de ser un imbecil.
Que Carl Schmitt fuese o no un facha, no le quita, a mi modo de entender, ni un ápice de razón.

A. -

Si no te entiendo mal, tu reflexión coincide con la que hacía Carl Schmitt en 1930: el pensamiento jurídico, orientado a la justicia (sea lo que sea) ha sido sustituido por el pensamiento económico, o sea, por el mercado. La sociedad ya no se orienta a producir bienes valiosos, sino bienes demandados por el mayor número de sujetos con poder adquisitivo (y con una capacidad de influencia proporcional al poder adquistivo de cada uno). Lo que pasa es que todo el mundo sabe que Carl Schmitt era un facha.

Anónimo -

Creo que ahora ya vamos centrando el tema. Sobre todo cuando dices \"Esto que parece hasta cierto punto lógico cuando hablamos de bienes de consumo, ha ido contaminando el resto de las estructuras.\"

La voraz lógica del mercado, ¿es válida para todas las facetas de la vida humana?. ¿Ha existido en toda la Historia civilización que viviera más de espaldas a la idea de la Muerte?. Ya se sabe que toda tentativa creadora no es más que negociación con la muerte, y redención del espíritu. ¿Dónde queda todo eso, cuando el arte no es más que un mercado más, donde la única categoría de valoración de lo artístico es su cotización?.

(io)