Cadencia y obligación
Mi padre siempre fue un hombre libre. Es decir; que nunca firmó un contrato de trabajo, que no vendió su tiempo de antemano, algo a lo que: por cuna, clase y época, parecía abocado. Se limito a mercadear con el producto de su trabajo y pagó como precio la precaria inseguridad de no saber con qué contar, de no tener jamás crédito.
Mi padre aprendió a leer y escribir en la mili, y a partir de entonces no paró de hacer una cosa y la otra. No le tenía ningún apego a los libros y después de haberlos leído los regalaba o los tiraba, como si no quisiese cargar con nada, y aún así conservo varios centenares de su biblioteca.
Mi padre fue siempre un hombre avispado y melancólico, y sabía que sólo la levedad podía hacerlo posible.
Cuando empecé a ayudarle a pintar aparatos de feria me decía:
-Hijo mío no hagas nunca dos veces bien la misma cosa, que te convertirán en un obrero y te joderán.
Después añadía:
-Nunca firmes un contrato. No vendas nunca tu tiempo, no dejes que los demás te lo administren, la vida es demasiado corta como para pasarla trabajando por cuenta ajena..
Ahora, que hace ya casi un año que escribo en este blog, y me estoy empezando a cansar, vuelvo a recordar sus sabios consejos. He heredado de él la inconstancia como arma defensiva hacia el sistema y la ironía, el cinísmo y el descreimiento como método. No he firmado jamás un contrato, ni he tenido un puesto de trabajo. Por esto creo que hace días que no escribo en el blog, que estaba convirtiéndose en una extraña obligación no renumerada.
Cuando tenga algo que decir lo diré, del modo que ello quiera salir. Pero no con la cadencia con lo que lo he venido diciendo.
Gracias a todos los que han tenido la paciencia de leerme.
Mi padre aprendió a leer y escribir en la mili, y a partir de entonces no paró de hacer una cosa y la otra. No le tenía ningún apego a los libros y después de haberlos leído los regalaba o los tiraba, como si no quisiese cargar con nada, y aún así conservo varios centenares de su biblioteca.
Mi padre fue siempre un hombre avispado y melancólico, y sabía que sólo la levedad podía hacerlo posible.
Cuando empecé a ayudarle a pintar aparatos de feria me decía:
-Hijo mío no hagas nunca dos veces bien la misma cosa, que te convertirán en un obrero y te joderán.
Después añadía:
-Nunca firmes un contrato. No vendas nunca tu tiempo, no dejes que los demás te lo administren, la vida es demasiado corta como para pasarla trabajando por cuenta ajena..
Ahora, que hace ya casi un año que escribo en este blog, y me estoy empezando a cansar, vuelvo a recordar sus sabios consejos. He heredado de él la inconstancia como arma defensiva hacia el sistema y la ironía, el cinísmo y el descreimiento como método. No he firmado jamás un contrato, ni he tenido un puesto de trabajo. Por esto creo que hace días que no escribo en el blog, que estaba convirtiéndose en una extraña obligación no renumerada.
Cuando tenga algo que decir lo diré, del modo que ello quiera salir. Pero no con la cadencia con lo que lo he venido diciendo.
Gracias a todos los que han tenido la paciencia de leerme.
15 comentarios
jose -
yebra -
TM -
Adios y si alguna vez nos vemos (que será facil pues tengo un nexo de unión con tu familia muy grande)te daré las gracias personalmente por los momentos que nos has dado con tus escritos. Un beso
Gatopardo -
http://www.unia.es/arteypensamiento02/ezine/jun11.htm
y http://www.terra.es/personal2/chemalopez/
Ya te imaginarás que las reproducciones no... ¡qué te voy a contar a tí!
Un abrazo
Luis Augusto -
¿no cree Ud. que aunque no le apetezca,por ahora,ofrecernos sus reflexiones escritas,bien podría regalarnos algunas de las pictóricas?
¿No ve Ud. que hasta nuestro dilecto amigo io ha enmudecido?
Apesar de su silencio,le deseo a Ud.que siga muy bien y disfrute de su tiempo.
Teresa -
Que sabios consejos los de tu padre, el mio hace lo mismo, pero me aconseja lo contrario y así no hay quien se aclare...
besos
perico -
Miguel Horno -
Voveras!!! Mientras tanto recibe un gran abrazo.
michel -
maníasmías -
No sé por cuanto tiempo consiga mantener esa ficción horrible
pues aunque voy por la calle procurando no llamar la atención y pago los impuestos
y me abstengo de abrazar a los guardias de tránsito y de orinar un poco en cada esquina
he comenzado a observar ciertas miradas torvas entre los transeúntes
ciertos movimientos detrás de las ventanas que no logran ocultar cortinas ni visillos
lo cual unido a que al verme pasar algunas madres llaman desaforadamente a sus hijitas
y las encierran rápidamente a golpes en sus casas sin más explicaciones
me induce a presentir que ha llegado el momento de tomar una dolorosa decisión largamente pensada:
me mudaré de barrio un año de estos.
José Agustín Goytisolo
Del tiempo y del olvido (El Bardo. 1977)
MARISA -
Carmen Jaulín Plana -
Primera:"¿Qué diablos buscaba en esta galera?" Molière, Las Trapacerías de Scapin.
Segunda: "Según parece, emprender el camino de regreso forma parte de la gran prueba; y Martin sabía ya en aquel momento que no era un sueño sino un peculiar símbolo de futuro". Malcolm Lowry, Por el canal de Panamá.
Tercera: "Hoy día todo artista está embarcado en la galera de su tiempo". Camus.
Y cuarta: "La naturaleza quiere que se informe sobre ella". Emerson.
Saludos cordiales: Carmen Jaulín
Gatopardo -
Y que los dioses nos libren de lo que uno termina por acostumbrarse.
Por una vez, sin que sirva de precedente, te doy a dar la razón; para que no te acostumbres a las polémicas tampoco.
Eres grande.
Diodo -
Luis Augusto -
Espero que tu "despedida" sea consecuencia de un cansancio temporal,fruto de tu inconsistencia heredada, como dices.
¿Qué vamoa a hacer tus lectores? ¿Crees que es coherente que una vez enganchados a tus comentarios y a las diatribas que,en ocasiones, causas con ellos, nos dejes huérfanos de los agradables momentos que nos proporcionas?
Harás lo que quieras,naturalmente,pero en cualquier caso seguiremos abriendo tu página,esperando crearte una conciencia culpable y que así tu decisión de hoy no sea definitiva.