Antón Castro
Antón viste una personalidad rarísima para dedicarse a lo que se dedica y para vivir por estos lares. Antón, que es escritor y que vive en Zaragoza, comete la imprudencia de no blindarse con el exabrupto como solemos hacer por aquí. Al contrario, ama y respeta tanto a los demás (máxime si estos demás intentan o han intentado hacer algo creativo, independientemente de los resultados obtenidos) que una gran parte de lo que ha escrito ha consistido en glosar a otros. Y lo ha hecho con la mejor de las intenciones, con la amable erudición que le adorna, procurando hacer el bien. Porque Antón, antes que nada (y perdón por la palabra, hoy en desuso) es una persona decente.
Cuando su prosa ha sacado los dientes ha sido siempre para atacar con verdades al poderoso, al que le podía perjudicar, mientras gran parte de sus colegas corrían prestos en socorro del vencedor. Pero como todo esto lo hace con dulzura, sin levantar la voz, sin darse importancia, y lo que es peor, lo hace desde la más absoluta independencia, la que da el haberse tirado sin red una y mil veces, no termina de servir de bardo ni para unos ni para otros. Porque Antón es una persona que ama la verdad.
Todo esto lo ha venido haciendo con naturalidad y del mismo modo con que los gusanos segregan seda, lenta e ininterrumpidamente, Antón ha ido produciendo libros, al tiempo que ha construido una familia junto a su mujer Carmen. Antón ha desarrollado una ingente labor periodística, tanto en prensa escrita como en medios audiovisuales. Antón ha organizado decenas de encuentros culturales, como los de Albarracín, o Cantavieja, en los que su único interés ha sido generar corrientes de cariño entre los asistentes. Antón ha presentado miles de libros de colegas, ha pronunciado centenares de conferencias. Porque Antón es una persona a la que no le asusta el trabajo ni el compromiso.
Antón es mi amigo , aún a pesar de que le guste el fútbol. Y por esto he querido hoy glosarlo, como él ha hecho miles de veces con otros y mucho más diestramente que yo.
Cuando su prosa ha sacado los dientes ha sido siempre para atacar con verdades al poderoso, al que le podía perjudicar, mientras gran parte de sus colegas corrían prestos en socorro del vencedor. Pero como todo esto lo hace con dulzura, sin levantar la voz, sin darse importancia, y lo que es peor, lo hace desde la más absoluta independencia, la que da el haberse tirado sin red una y mil veces, no termina de servir de bardo ni para unos ni para otros. Porque Antón es una persona que ama la verdad.
Todo esto lo ha venido haciendo con naturalidad y del mismo modo con que los gusanos segregan seda, lenta e ininterrumpidamente, Antón ha ido produciendo libros, al tiempo que ha construido una familia junto a su mujer Carmen. Antón ha desarrollado una ingente labor periodística, tanto en prensa escrita como en medios audiovisuales. Antón ha organizado decenas de encuentros culturales, como los de Albarracín, o Cantavieja, en los que su único interés ha sido generar corrientes de cariño entre los asistentes. Antón ha presentado miles de libros de colegas, ha pronunciado centenares de conferencias. Porque Antón es una persona a la que no le asusta el trabajo ni el compromiso.
Antón es mi amigo , aún a pesar de que le guste el fútbol. Y por esto he querido hoy glosarlo, como él ha hecho miles de veces con otros y mucho más diestramente que yo.
12 comentarios
Gato Negro -
qué les das,
qué nos das.
Eres el mejor teórico del arte aragonés de los últimos 60 meses. Enhorabuena.
Por cierto, ¿ese escepticismo es de verdad?
¡Cómo serás con las mujeres!
Anonimo -
Qué envidia, dijo el antiguo no-novio de la no-novia de io.
Pensar que la tuve y no-latuve entre mis brazos...
Murciano -
viva Pepe!
Anónimo -
(io)
A. C. -
Y que alegría la reaparición de la no-novia de io. Meses atrás me pareció un personaje fascinante, el fantasma maravilloso que todos esperábamos, y aquí está de nuevo. Enhorabuena a io por esa no-novia, que parece un término de Georges Perec.
En el enigma de esa relación, hay un cuento o una novela. Un abrazo a todos.
Gatopardo -
Considerar que los lectores somos co-propietarios del blog no me parece una cursilada; sin embargo, llamarse Luis Augusto me parece una inconveniencia fuera de las telenovelas venezolanas.
Saludos maños.
Pepe Cerdá -
la no-novia de io -
Luis Augusto -
Luis Augusto -
Pepe Cerdá -
Yo, estoy encantado de concerte, aunque sea virtualmente, y aprovecho para agradecerte tus entradas a este tu blog.
Pepe
Anónimo -
En cualquier caso, como pájaro que ensucia su propio nido, he de ponerme al frente de la manifestación de progres, casposos y zaragozanos. Soy las tres cosas.
Aquí un amigo,
io.