Taller de pintura.
Hace un tiempo me propusieron dar un taller de pintura y esto es lo que contesté.
Taller de pintura en los tiempos de las games boys
La pintura es una cosa que ciertos hombres se ocupan en hacer desde el principio mismo de la humanidad. El primer hombre lo fue porque tuvo miedo y memoria. Miedo a la naturaleza y memoria para contar a sus descendientes cómo se defendió de ella. Algunos, algo más tarde, se entretuvieron en garabatear en las paredes de las cuevas cómo se cazaba y cómo eran las presas. La diferencia entre el animal y ellos, era que ellos podían pintar al animal, figurarlo, exorcizarlo, imitarlo y el animal no.
Lo que pretendo decir es que la pintura es inherente al hombre desde el principio. Del mismo modo que lo es el miedo congénito a existir, cuna de la religión; la necesidad de fantasear para eludir su circunstancia y tantas y tantas fantasías que pueblan nuestra existencia.
Desde la aparición de otros medios de representar imágenes por medio de la óptica, de la que se servia la pintura desde el renacimiento, y traspasadas a soporte por medio de impresiones sobre soportes embadurnados de productos químicos sensibles a la luz, primero, y a soportes digitales después, se habla de la muerte de la pintura, por lo menos la realista, o por lo menos de su ineficacia para decir verdad. A mí me parece que dada su cualidad primigenia tiene el sitio entre nosotros más que ganado independientemente que pongamos el culo en un burro o en un mercedes para desplazarnos.
Casi todas las academias de pintura que visito tienen algo de rancio y no solo por el aceite de linaza. Es como esos hombres y mujeres que a partir de una cierta edad se siguen arreglando pero ya sin esperanza de seducir. Hay una especie de abandono, de intimo convencimiento de que ya no hay sitio. Esto, a menudo, se suele confundir con lo que los franceses llaman charme, pero no hay nada que tenga menos encanto que la sumisión a una situación que se da por perdida de antemano.
Por lo tanto mas que un programa lo que te propongo son unos cuantos puntos de los que partir (si es que acepto tu proposición).
1-El ejercicio de la pintura no es un entretenimiento ni una terapia, es un camino de conocimiento, un acercamiento al origen.
2-Pintar es traducir lo que nuestro cerebro cree ver, y después comprender, a pintura. Y no al revés, es decir intentar traducir la pintura a realidad. Un error muy común.
3-Al ponerte delante de un soporte e intentar contar lo que se ve (hacia adentro o hacia fuera) te pones en la tesitura primigenia y por lo tanto en inmediata comunicación con los que lo han hecho desde el principio de los tiempos. Por esto el más eficaz método de aprendizaje es intentar hacerlo por ti mismo y después comparar el resultado con la obra de maestros que te han precedido y copiarles las soluciones.
4-No hay ningún plazo que cumplir, ningún curso que aprobar. Cuando se quiere ir
algún sitio, mucho más importante que la decisión en el paso, la velocidad o las etapas, es el rumbo. Mi intención será pues ayudarles a decidir el rumbo.
5- No tengo ni idea, aunque si capacidad para mentirme y mentirte, de qué modo exacto llevar a cabo los puntos anteriores. Eso que se llama programa o memoria de actividades tan necesario en la administración como inútil en la vida no ha sido una de mis preocupaciones. Comprendo que te haga falta, pero yo ya no tengo ganas de mentir.
Me debato entre las ganas de contar lo que sé y la aceptación de los cursos que me propones. Nunca me ha contratado nadie y supongo que en el fondo es pudor.
Yo nunca he sabido dónde iba a estar todos los miércoles con un año de antelación y mucho menos cuánto me iban a pagar. Perdóname que comparta contigo mis dudas cuando lo que a ti te hacen falta son certezas. Yo soy un animal, como todos los hombres, cansadizo e inconstante.
Pepe Cerdá
Taller de pintura en los tiempos de las games boys
La pintura es una cosa que ciertos hombres se ocupan en hacer desde el principio mismo de la humanidad. El primer hombre lo fue porque tuvo miedo y memoria. Miedo a la naturaleza y memoria para contar a sus descendientes cómo se defendió de ella. Algunos, algo más tarde, se entretuvieron en garabatear en las paredes de las cuevas cómo se cazaba y cómo eran las presas. La diferencia entre el animal y ellos, era que ellos podían pintar al animal, figurarlo, exorcizarlo, imitarlo y el animal no.
Lo que pretendo decir es que la pintura es inherente al hombre desde el principio. Del mismo modo que lo es el miedo congénito a existir, cuna de la religión; la necesidad de fantasear para eludir su circunstancia y tantas y tantas fantasías que pueblan nuestra existencia.
Desde la aparición de otros medios de representar imágenes por medio de la óptica, de la que se servia la pintura desde el renacimiento, y traspasadas a soporte por medio de impresiones sobre soportes embadurnados de productos químicos sensibles a la luz, primero, y a soportes digitales después, se habla de la muerte de la pintura, por lo menos la realista, o por lo menos de su ineficacia para decir verdad. A mí me parece que dada su cualidad primigenia tiene el sitio entre nosotros más que ganado independientemente que pongamos el culo en un burro o en un mercedes para desplazarnos.
Casi todas las academias de pintura que visito tienen algo de rancio y no solo por el aceite de linaza. Es como esos hombres y mujeres que a partir de una cierta edad se siguen arreglando pero ya sin esperanza de seducir. Hay una especie de abandono, de intimo convencimiento de que ya no hay sitio. Esto, a menudo, se suele confundir con lo que los franceses llaman charme, pero no hay nada que tenga menos encanto que la sumisión a una situación que se da por perdida de antemano.
Por lo tanto mas que un programa lo que te propongo son unos cuantos puntos de los que partir (si es que acepto tu proposición).
1-El ejercicio de la pintura no es un entretenimiento ni una terapia, es un camino de conocimiento, un acercamiento al origen.
2-Pintar es traducir lo que nuestro cerebro cree ver, y después comprender, a pintura. Y no al revés, es decir intentar traducir la pintura a realidad. Un error muy común.
3-Al ponerte delante de un soporte e intentar contar lo que se ve (hacia adentro o hacia fuera) te pones en la tesitura primigenia y por lo tanto en inmediata comunicación con los que lo han hecho desde el principio de los tiempos. Por esto el más eficaz método de aprendizaje es intentar hacerlo por ti mismo y después comparar el resultado con la obra de maestros que te han precedido y copiarles las soluciones.
4-No hay ningún plazo que cumplir, ningún curso que aprobar. Cuando se quiere ir
algún sitio, mucho más importante que la decisión en el paso, la velocidad o las etapas, es el rumbo. Mi intención será pues ayudarles a decidir el rumbo.
5- No tengo ni idea, aunque si capacidad para mentirme y mentirte, de qué modo exacto llevar a cabo los puntos anteriores. Eso que se llama programa o memoria de actividades tan necesario en la administración como inútil en la vida no ha sido una de mis preocupaciones. Comprendo que te haga falta, pero yo ya no tengo ganas de mentir.
Me debato entre las ganas de contar lo que sé y la aceptación de los cursos que me propones. Nunca me ha contratado nadie y supongo que en el fondo es pudor.
Yo nunca he sabido dónde iba a estar todos los miércoles con un año de antelación y mucho menos cuánto me iban a pagar. Perdóname que comparta contigo mis dudas cuando lo que a ti te hacen falta son certezas. Yo soy un animal, como todos los hombres, cansadizo e inconstante.
Pepe Cerdá
12 comentarios
elias -
De Antón -
Luis Augusto -
La idea del Manifiesto,muy buena.
Javier -
Anónimo -
Pepe Cerdá -
Anónimo -
(io)
Anónimo -
HOY TAMBIÉN, QUIZÁS MÁS QUE NUNCA: QUE MUERA LA ACADEMIA.
P.S.: Y que vaya por delante (o por detrás, en este caso) que soy el primer admirado, por poner sólo un brillante ejemplo, por el último montaje de Bruce Nauman en la Sala de Turbinas de la Tate Modern, y que sé que no sólo de Pintura (aunque TAMBIÉN)puede vivir el arte de hoy.
(io)
Anónimo -
Pepe Cerdá -
Gracias por el comentario, a mi modo de ver, es exacto punto por punto.
Anónimo -
La verdad es que nunca he acabado de comprender el porqué del complejo de inferioridad del pintor en la actualidad. Como si no fuera ya suficientemente complicado pretender pintar desde la honestidad, encima primero hay que obligar al pintor a autojustificarse, o a justificar la viabilidad de toda una disciplina milenaria. Parece una carga demasiado pesada para el pobre pintor, que no tiene por qué pedir perdón por pintar, ni soportar que le mire por encima del hombro cualquier gilipuertas con una cámara de vídeo e ínfulas de io-qué-sé. Otra falacia recurrente es la de la pintura "relista". ¿Por qué esa contumacia en confundir churras con merinas? ¿Qué tiene que ver Caravaggio con Nan Goldin, Velázquez con Cartier-Bresson?: NADA. ¿Qué es la "realidad"?:nadie lo sabe, ni puñetera falta que nos hace. ¿Qué tiene de "realistas" Mantegna, Piero, Tintoretto, Rubens o Rembrandt?. La "realidad" es RELATIVA, inasible, indescriptible. Antonio López se cree que pinta LA "realidad", el pobre. Creo que hay una monja en Zaragoza que pinta postales malas que también se lo cree. Si la pintura es éso, dénme, por favor, buena fotografía. Ahora bien, si la Pintura es lo que debe, no me den otra cosa. (io)
pilar -
Hiciste bien en aceptar el reto, Hasta tu has aprendido de esto,o ¿no?