Carnaval
Hoy salgo en el periódico Heraldo de Aragón disfrazado de Moreno Carbonero.
Me llamaron hace una semana y media para proponerme participar en un conjunto de reportajes que durante el carnaval irían apareciendo. La cosa consistía en disfrazarse de un personaje de mi elección. Cavile un poco sobre la conveniencia de salir en este tipo de reportajes. Y me dije: ¡Porqué no?. Así que acepte.
A los pocos días me llamó la redactora, Victoria Martinez, y me propuso quedar en una tienda de disfraces para elegir uno, y seguidamente me maquillarían y me harían las fotos. Esto ya me pareció más peligroso. Supongamos que en la tienda solo quedaba el disfraz de Plutode mi talla. Mi carrera, bastante maltrecha ya, destrozada por un mal día. Nadie le puede comprar cuadros a alguien que se disfraza de Pluto y que encima sale así en el periódico. Empecé a preocuparme seriamente.
En París, hace muchos años, en un momento de penuria, una especie de sobrino putativo que teníamos Jorge Gay y Yo, Carlitos, el de Eurodisney, que nos visitaba los fines de semana, ya me lo propuso. Bueno de Pluto no, había que empezar por abajo, lo que me propuso fue un puesto de trabajo en toda regla. Me dijo que habida cuenta de mi morfología me había conseguido un puesto de Oso aparca coches, y que no me preocupase que ya iría ascendiendo. Entonces me negué y luego lo sentí, no todo el mundo puede tener en su currículo profesional un trabajo como este.
Pero a lo que estamos. Estaba claro que en la tienda de disfraces no iba a resolver el problema, si yo no lo tenía claro. Si había aceptado participar, como espécimen, en este nuevo periodismo espectáculo tan en boga, era para que tuviese algún sentido, al menos para mí. Entonces pensé en mi admirado Moreno Carbonero del que ya hablé en este blog. Ese sería el personaje. Hable con Victoría Martinez, que no puso inconveniente.
Como no había nada más lejos de mi intención que caricaturizar al personaje, me vestí, como supuse que lo hizo él para entrar como miembro a la Academia de San Fernando: con chaqué y chistera. Y me lo imaginé el mismo día, antes de salir de casa, engalanado, entrando al estudio para darse fuerzas y no pudiendo resistir el retocar alguna de sus obras.
Me llamaron hace una semana y media para proponerme participar en un conjunto de reportajes que durante el carnaval irían apareciendo. La cosa consistía en disfrazarse de un personaje de mi elección. Cavile un poco sobre la conveniencia de salir en este tipo de reportajes. Y me dije: ¡Porqué no?. Así que acepte.
A los pocos días me llamó la redactora, Victoria Martinez, y me propuso quedar en una tienda de disfraces para elegir uno, y seguidamente me maquillarían y me harían las fotos. Esto ya me pareció más peligroso. Supongamos que en la tienda solo quedaba el disfraz de Plutode mi talla. Mi carrera, bastante maltrecha ya, destrozada por un mal día. Nadie le puede comprar cuadros a alguien que se disfraza de Pluto y que encima sale así en el periódico. Empecé a preocuparme seriamente.
En París, hace muchos años, en un momento de penuria, una especie de sobrino putativo que teníamos Jorge Gay y Yo, Carlitos, el de Eurodisney, que nos visitaba los fines de semana, ya me lo propuso. Bueno de Pluto no, había que empezar por abajo, lo que me propuso fue un puesto de trabajo en toda regla. Me dijo que habida cuenta de mi morfología me había conseguido un puesto de Oso aparca coches, y que no me preocupase que ya iría ascendiendo. Entonces me negué y luego lo sentí, no todo el mundo puede tener en su currículo profesional un trabajo como este.
Pero a lo que estamos. Estaba claro que en la tienda de disfraces no iba a resolver el problema, si yo no lo tenía claro. Si había aceptado participar, como espécimen, en este nuevo periodismo espectáculo tan en boga, era para que tuviese algún sentido, al menos para mí. Entonces pensé en mi admirado Moreno Carbonero del que ya hablé en este blog. Ese sería el personaje. Hable con Victoría Martinez, que no puso inconveniente.
Como no había nada más lejos de mi intención que caricaturizar al personaje, me vestí, como supuse que lo hizo él para entrar como miembro a la Academia de San Fernando: con chaqué y chistera. Y me lo imaginé el mismo día, antes de salir de casa, engalanado, entrando al estudio para darse fuerzas y no pudiendo resistir el retocar alguna de sus obras.
11 comentarios
Nicolás -
junior -
Luis Augusto -
José Alfonso -
Pepe Cerdá -
Los periódicos, las teles, las radios, como su propio nombre indica son medios y no fines. Aunque Mc Lujan y Berlusconi se empeñen en decir que el medio es el mensaje.
Desde este punto de vista si hay algo que decir, que reivindicar, que hacer público, en definitiva, hay que emplearlos en la medida que se pueda.!Vamos que con estos bueyes se ha de arar!. Claro que a mí me gustaría más reivindicar un modo de hacer pintura y a un pintor desde otro foro más serio pero desgraciadamente tendría mucha menos repercusión. El pueblo quiere fundamentalmente divertirse, escandalizarse, excitarse y desde esos parámetros se diseñan las parrillas de programación de todas las televisiones.
Ante esto sólo caben dos posturas: usar o no usar los foros que se te proponen. Desde el punto de vista del mensaje está claro que es mejor usarlos. Desde el punto de vista de la imagen del emisor ya no está tan claro...Pero a mí mi personaje, ese que parece obligado a impostar todo creador, me importa cada vez más un rábano. Por eso escribo este blog, porque me niego a vestir el pesado hábito del artista hermético y misterioso.
Si aparecer de esa guisa en el periódico ha servido para que algunas personas comiencen a mirar la modernidad aplicada a la pintura de otro modo, doy por bien empleada la merma en mi imagen pública.
Nicolás -
miguel -
Eugenia Aragonés -
Pedro Acín -
Teresa -
JB -