Cultura del analgésico
En esta cultura del analgésico en la que vivimos todo lo que no es lozano y saludable debe esconderse. Se muere en unos sitios indescriptibles, asépticos alejados de la mirada de los sanos. Todo ha de hacer creer que esto es interminable, que eternamente consumiremos los placeres que la sociedad de consumo nos brinda. Es como la cándida esperanza de que el tiempo es eterno de la niñez Nos venden planes de pensiones para ir al caribe tras la jubilación, con la próstata, se supone, en perfecto estado de revista para disfrutar de las mulatas de la foto. ¡Es ridículo! Pero funciona.
En un pueblo como este, los de los tumores, hemiplejías y esclerosis no se esconden tanto, incluso vienen al bar y se lleva la vida y la muerte de un modo más natural.
Esto es muy importante. Asumir, intima y profundamente, que vamos a morir y que el futuro no es otra cosa que decrepitud; es el pensamiento mas revolucionario y pernicioso para la cultura analgésica que vivimos.
En un pueblo como este, los de los tumores, hemiplejías y esclerosis no se esconden tanto, incluso vienen al bar y se lleva la vida y la muerte de un modo más natural.
Esto es muy importante. Asumir, intima y profundamente, que vamos a morir y que el futuro no es otra cosa que decrepitud; es el pensamiento mas revolucionario y pernicioso para la cultura analgésica que vivimos.
2 comentarios
junior (ya sabes ) -
Nicolás -
Yo viví en un sitio así, donde la gente daba importancia a esas cosas más que al dinero, al coche, a la ropa, etc. y lo tuve que dejar.