Dios es el verbo

El lenguaje es el instrumento que empleamos para pensar. Pero el lenguaje no representa el mundo, ni siquiera se representa a sí mismo. Parece ser que el lenguaje se ha empleado fundamentalmente para mentir, para seducir, para enmascarar; pero para decir la verdad se muestra tanto más ineficaz cuanto más complejo, o culto, es.
Esto se complica aún más si se habla otro idioma distinto al materno, y pasamos una temporada en un país donde se hable. A partir de un determinado momento nos sorprendemos pensando ( es decir hablando con nosotros) en este idioma. Cuando esto ocurre se puede decir que ya somos otros dos más. El que habla en castellano, el que escucha en castellano; el que habla en francés y el que escucha en francés. ( A estos habría que añadirles las combinaciones y permutaciones de todos ellos). Ya no me quiero ni imaginar como es la cuestión de los políglotas (tengo algún amigo que habla cinco idiomas) que vendrá a ser como tener un par de equipos de fútbol dentro de la cabeza.
Creo que eso que llaman alteridad consiste más o menos en esto, en la condición de ser otros charlando entre sí. Vamos que viene a ser eso que antes se llamaba (aunque ahora sea políticamente incorrecto decirlo) una merienda de negros. A más parloteo, mayor confusión.
Por esto Lerrux le acusó a Madariaga de ser tonto en cinco idiomas.
Y creo que también van por ahí los tiros cuando nos dicen que Dios es el verbo.
0 comentarios