Conversación.
Converso con un amigo que padece un cáncer bastante grave y en el transcurso de la charla me dice:
- Lo malo de los moribundos es que se creen seres especiales. Es ridículo el modo en el que a menudo hacen ostentación de su enfermedad. Yo me empeño en no hacer el ridículo y procurar ser el que fui hasta el último instante. Además créeme que esto que me ocurre no es nada excepcional a ti también te ocurrirá.
Cavilo tras la charla con él que eso que llamamos madurez consiste básicamente en tener la mayoría de la vida vivida y en asumir con naturalidad la derrota y el fracaso. Desde la inmensa sacudiría que le da a mi amigo la inmediatez de su probable muerte ha tenido la gentileza de charlar un rato conmigo de igual a igual, haciéndome saber que él por moribundo no es distinto a mí; es más: haciéndome saber que todos somos moribundos por el mero hecho de haber nacido. Haciéndomelo saber mirándome a los ojos como sólo lo saben hacer los que saben que quizás esa sea nuestra última conversación.
6 comentarios
anda ya!!! -
LuisPi -
Nacer, vivir y morir las tres notas principales de nuestra partitura.
Makoki -
Gatopardo -
Esperemos que no le pase como a un amigo mío, que se despachó a gusto contra todos sus allegados creyendo cierto el diagnóstico que le había dado el médico. Y de eso hace doce años.
josé -
nana -
Yo creo que la enfermedad hay que llevarla como los cuernos , con dignidad, sin hacer ostentación , pero sin ocultar lo que es evidente.Por desgracia uno no siempre tiene esa actitud en tan dificiles trances, pero para sobrellevar la certeza de lo irremediable es preferible no pensar demasiado en ello y seguir viviendo, no sea que con tanta preocupación salgas de casa y no veas el coche que se te echa encima y te mate.
Yo ruego que a mí me espere un buen rato Michael Jackson.