De la felicidad.
“He cometido el peor de los pecados que un ser humano puede cometer. No he sido feliz.”
Jorge Luis Borges.
Este pecado es muy frecuente en nuestros días. Nos pasamos la vida aterrorizados por el porvenir. Esta es la enseñanza fundamental en la escuela. Nos enseñan a tener miedo. Tanto miedo como para que matemos nuestra infancia y juventud “preparándonos” para “el día de mañana”. Después, ya “preparados”, debemos temer a la inseguridad y a los imprevistos. Para lo cual hay que asegurarse un techo y un sueldo. Sólo después de tener el techo y el sueldo seguro podremos formar una familia. Una familia de seres aterrados. Y vuelta a sufrir por el futuro de los niños o por el bienestar de nuestros mayores.
A medida que la complejidad de la sociedad avanza, disminuye nuestra felicidad. Porque felicidad es ante todo despreocupación y nada de nuestro entorno nos deja despreocuparnos.
Váyase a la mierda la crisis y nuestro futuro. Dancemos alrededor del fuego ebrios hasta la extenuación. Nunca seremos tan jóvenes como hoy. Seamos felices por un rato o para siempre según queramos.
4 comentarios
Atocha -
Enrique -
carmen -
Javier -
El mayor descubrimiento de una vida es que, incluso con todas las adversidades del mundo, podemos ser felices. Cuando un accidente te hace perder una facultad y luego vuelves a recuperarla te das cuenta de que puedes ser feliz con lo que ya tienes.