De los parlanchines.
Un parlanchín es alguien que da explicaciones a quién no se las ha pedido, o que cuenta algo gracioso a quién le mira soso, grave o distante. Un parlanchín es alguien que se sitúa de entrada un escalón más bajo que su interlocutor. Un parlanchín es alguien que necesita caerle bien a todo el mundo, es el niño que sonríe para provocar ternura y protegerse en ella.
Un parlanchín es también un metepatas por definición. Por esto sus amigos no le dan toda la información, por miedo a su incontinencia verbal. Esto hace que el caldo de cultivo perfecto para lo fraterno: la complicidad, el compromiso en la custodia del secreto, no se produzca en su caso y que se le relegue a amigo de segundo orden. A alguien que cae simpático pero con el que no se cuenta para lo importante.
El parlanchín se automargina, paradójicamente, al hacer locuaces esfuerzos para caer bien al grupo. Se convierte en el pesao, en el palizas. Como en las arenas movedizas cuanto más se esfuerza en salir más se hunde.
Yo más que un parlanchín soy un bocazas o "desbocarrao" como dicen por aquí. La diferencia entre el parlanchín y el bocazas es que el segundo tiene mala leche y no le importa tanto que le quieran como al primero.
Antes, de joven, después de un tímido de cara enrojecida por el rubor, fui un locuaz parlanchín para curarme y después el desbocarrao que soy ahora. Pero todo esto fue hace ya mucho tiempo. Y además no importa.
1 comentario
Miguel -
1)Según la experiencia vivida en el último medio siglo, cualquier presidente de un país americano que ha nacionalizado algo ha sido derrocado (y generalmente asesinado) por un golpe militar organizado por la CIA.
2) Bush ha nacionalizado una gran empresa.
3) La CIA, como cualquier inteligencia militar - perdón por el oxímoron - es de piñón fijo y no repara en nacionalidades ajenas o propias (véase Kennedy).
4) Por tanto - en realidad, por lógica - a Bush van a echarlo pronto del poder, no por agotamiento de mandato, sino por ¡huevón comunittta!