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pepe-cerda

-¡No pienses!. ¡Trabaja!

Llega un momento, cuándo se trabaja de verdad, en que la mano se vuelve sabia y va por delante de la cabeza. Es como si se pensase con la yema de los dedos. Para que esto ocurra se ha de pasar un dolorosísimo proceso de descerebración, o mejor dicho de desconcienciación. Paradójicamente sólo cuando no se es consciente de lo que se está haciendo se está haciendo realmente. El proceso consiste en trabajar obsesivamente hasta que la cabeza deje de dar ordenes por agotamiento, como para ir más rápido que ella, como para preservarse de ella misma, hasta que la mente, indignada porque no se le hace caso, nos abandone a nuestra suerte. En esta lucha entre el cuerpo y el alma (en la qué, como en la corriente alterna, tan pronto el alma es cuerpo como el cuerpo alma) es el cuerpo (una vez aclarados los papeles) el que vence cuándo se llega al límite, porque es más sabio y cuanto más se complican las cosas  más se impone.

Al fin y al cabo el cuerpo, mejor dicho el hipotálamo cerebral, hace un montón de cosas importantísimas sin que se las ordene lo que llamamos mente, tales como: la inspiración y la expiración, los latidos del corazón o la precisa tensión entre los músculos para mantener el equilibrio. Y cuando tiene que actuar por encima de la razón lo hace con gran autoridad, por ejemplo: es el que nos hace saltar instintivamente cuándo un coche está a punto de atropellarnos.

Algo de esto pasa con la pintura. Cuando esto ocurre todo sale bien, todo está dónde debe estar, todo va automáticamente. Por eso es tan difícil aprender a pintar, o a interpretar música con no importa qué instrumento, o a poner ladrillos, o a hacer barras de pan, usándo la lógica o la razón. Por esto el actual sistema de oposiciones para acceder a puestos de poder es ineficaz, y los que nos gestionan son tan abstrusos; los pobres sólo saben la norma, lo que han aprendido, pero no saben construir con ella, ni saben, ni pueden abandonarse. Por eso sus puestos son blindados, no sabrían sobrevivir en la libertad de hacer lo no previsto y buscarse la vida, Que Dios nos libre de la administración a los desdichados administrados. Toquemos madera. Lagarto, lagarto.

Es tan difícil porque todo lo que se aprende se ha de olvidar, pero olvidar de verdad. Si el más leve atisbo de razón “aconseja” al que está haciendo todo se desmorona. Si tu cabeza mientras se está conduciendo te ordena pisar el embrague para meter una velocidad, en ese instante se está dejando de conducir para estar haciendo otra cosa, que es prestar atención al idiota que te está diciendo como se mete una marcha.

Por eso mi amigo el pintor chino Xiao Fan, con el que he trabajado en el mismo estudio de París decenas de noches hasta la extenuación para preparar las exposiciones que hicimos juntos por aquél entonces, me ordenaba cuándo el cansancio me vencía al amanecer y comenzaba a resoplar.

 

-Pepe..¡No pienses!.¡ Trabaja!

8 comentarios

santiago mansilla -

Llegué aquí gracias a Anxova.
Estoy completamente de acuerdo. Cuánto disfrute hay en la "desconcienciación", a la que podría llamarse "desmentalización", ya que creo que la conciencia no se pierde en el proceso sino todo lo contrario.

iñigo -

Estimado Pepe ¿ cuántas oposiciones has suspendido o no has tenido el valor de presentarte? No envidies el sueldo fijo y la estabilidad. Tu puedes crear. En la vida debe haber de todo. YO envidio sanamente tu libertad de creación y la forma de vida. Ojala todos pudieramos vivir como tú. No nos demonizes. Cada uno hace con su vida lo que la vida le deja. Tu te criaste con tu padre viendo pintar , en cierta forma es natural que tu seas pintor. No todos tenemos artistas como padres. El mió padeció hambre y solo quería algo seguro para sus hijos. Sus traumas los pagamos los hijos. Es ley de vida. TE leo atentamente. Saludos.

martin revelo -

Ya lo decía el viejo Lao Tse, que desapareció un buen día a lomos de su buey, en la frontera occidental de china - por cierto, tengo la teoría de que llegó hasta el pirieno aagonés-
El problema comienza cuando preguntas qué hacer entonces, si sabes el camino se abre sólo bajo los pies. ¿Hasta dónde serías capaz de llegar?
Hay un cuento parecido al que recuerda Carlos Miragaya, muy hermoso, sobre un maestro arquero y su alumno. Si quereis lo busco.

anxova -

Hola, Pepe (perdona que me tome confianzas, pero es que tu nombre invita a ello;)

Me hace gracia, justo ahora una alumna mía me acaba de pasar una entrevista de El País que se titula "Las ideas estropean la pintura". En esta entrada de mi blog puedes encontrarla:
http://anxova.blogspot.com/2008/04/las-ideas-estropean-la-pintura.html

Nota: aunque no sé si debes ir a verla, porque sería profundamente contradictorio con lo que el título de tu post aconseja
hacer.

paco cajal -

Con el despojarse de la conciencia o del pensamiento racional para realizar un trabajo creativo como pintar o dibujar, estoy totalmente de acuerdo. Está también por ahí la famosa teoría de los dos lados del cerebro. Pero lo de equipararlo a las oposiciones o al trabajo de los gestores funcionarios me parece puro desvarío. No creo que sean mejores gestores los que utilizan poco la razón, todo lo contrario. Un saludo

Carlos Miragaya -

Ch'ing, maestro carpintero, tallaba madera destinada a un sostén para instrumentos músicos. Cuando estuvo terminada, la obra pareció, a todos los que la vieron, como de ejecución sobrenatural; y el príncipe de Lu le interrogó diciendo: ¿Qué misterio hay en tu arte? Ningún misterio, Alteza, replicó Ch'ing. Y sin embargo hay algo. Cuando me dispongo a hacer tal sostén, guárdome de toda disminución de mi poder vital. Primero reduzco mi mente a una quietud absoluta. Tres días en esta condición y me olvido de toda recompensa que pueda ganarse. Cinco días, y me olvido de toda la fama que pueda adquirirse. Siete días, y pierdo conciencia de mis cuatro extremidades y de mi estructura física. Luego, sin ningún pensamiento de la Corte en mi mente, mi destreza se concentra, y han desaparecido todos los elementos perturbadores de fuera. Entro en algún bosque de montaña, busco un árbol apropiado. Contiene la forma requerida, que después es elaborada. Veo el sostén en mi mente y me pongo a la obra. Fuera de esto, no hay nada. Pongo mi capacidad natural en relación con la de la madera. Lo que se creía ser la ejecución sobrenatural de mi trabajo era debido solamente a esto.

Ricardo -

Recuerdo a Xiao Fan. Me llevaste una noche a cenar a su pequeño apartamento en París. Esa noche reímos,hablamos, pintasteis, bebimos... Creo que no le entendí en toda la noche más de 20 palabras pero recuerdo perfectamente su sonrisa.
Sin duda en su "Pepe ¡No pienses! ¡Trabaja!" hay mucho más de experiencia de la vida que de filosofía oriental, mucho más de culo pelado de rellenar galerías que de espíritu Zen. O quizá haya un poco de todo.
En otro orden de cosas...una mujer (con la bendición de la Santa Madre Iglesia), dos niños preciosos, una casa con corral y "caseta" en un pueblo de 1000 habitantes rodeado de naranjos y arrozales...Hay cientos de cuadros esperando que los pintes...aún huele a azahar y están empezando a inundar los campos.Estarás en tu casa.
Ricardo

juan de villamayor -

Recuerdos, y a trabajar Pepe.