De los aventaos o barrenaos.
Hay otro modo de ser aragonés aparte del tópico por el que se nos conoce por ahí: lo de la tozudez y la nobleza y todo eso, que viene del encono con que se comportaron los zaragozanos en los sitios que sufrió Zaragoza en la invasión napoleónica. Aparte de este, digo, hay otro que es un modo de ser suicidiario, una especie de estética consistente en ir contra nuestro interés o incluso nuestra salud, que esconde una elevada moral y que está muy cerca del movimiento Punk de los ochenta. Este modo de ser es el que aquí llamamos: “aventao”.
Pongo como ejemplo dos ciudadanos esperpénticos y por lo tanto esenciales : Manolo Cabeza Bolo y en Perico Fernández.
Manolo Cabeza bolo, o Kabezabolo, se hizo famoso allá por los ochenta con unos delirantes conciertos que daba cuando le dejaban salir de psiquiátrico dónde estaba internado. Tiene letras de canciones delirantes como:
“Cuando los punkis nos vamos de marcha
no te enamores tonta del haba
cada imperdible que llevo en la chupa
es el recuerdo de algún follón,
Si ves a los punkis pasar
no te enamores, tonta del haba
Si ves a los punkis pasar
con su vomito social”
Aún sigue siendo un ídolo entre los viejos punkis y sigue actuando.
De Perico Fernández leí antes de ayer una entrevista en el Mundo en la que salía en calidad de pintor en la que decía que su pintor favorito era él y que dilapidó todo el dinero que ganó con el boxeo...¡por el bien de sus hijos!. Lo oí también una entrevista por la radio que le hacían con motivo de una exposición en Tarazona hace un año. El entrevistador le felicitaba porque le habían concedido la medalla al mérito en el deporte, o algo así, que le tenía que imponer el rey a los pocos días de la entrevista.
Perico le responde:
-No pienso ir a recogerla.
-¿Y porqué?
- Es muy bonito... Te dicen tal día en el palacio real. ¿Y quien paga el tren?; ¿y el traje?, ¿y los zapatos?. Y luego te ponen la medalla y para casa. Y ellos ya han cumplido. Nada que no pienso ir...¡Si me la diese Franco!, eso sería otra cosa, iría de rodillas. Ese sí que tenía dos cojones...
Como ven no se puede ir más en contra de los tiempos, ni de sus intereses, ni ser más políticamente incorrecto.
Este tipo de “aventao”, o “barrenao” se da más, creo, por estos lares que por otros. Conozco a decenas que se comportan de este modo kamikaze sin estar exactamente locos. Hay una especie de épica latente en nuestra sociedad, sobre todo en la adolescencia, que es cuando nos autoconstruimos, que hace que valoremos este tipo de actitudes anti- todo, incluso anti uno mismo. Los equivalentes madrileños podrían ser Pocholo o Kiko Matamoros, pero son otra cosa más refinada e intencionada. El barrenao, el de verdad, creo que es más de aquí. Quizás se pudiese estudiar una especie de denominación de origen como con el ternasco aragonés. Habría que estudiarlo.
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