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pepe-cerda

De la antimodernidad y de pintar la historia.

De la antimodernidad y de pintar la historia.

Hace ya mucho tiempo que he venido defendiendo la tesis de que la idea de progreso no es aplicable a las artes ni a las cosas de “la piel pa dentro”, ni a nada humano en general. Ciorán ya lo decía: ”La idea de progreso deshonra la inteligencia”. Los que me conocen lo saben, los que no me conocen y me leen en este blog, también. Lo mismo ocurre con la defensa por mi parte, de la tan denostada por la modernidad pintura de historia o cuadros historicistas, que han sido prestados por media España, sin que les importase mucho a los responsables de la primera pinacoteca del país ni a las voces críticas de la modernidad, para decorar Gobiernos Civiles y Ayuntamientos de provincias, y que ahora están de vuelta en Madrid para inaugurar la ampliación del Museo del Prado y seguro que se van a inventar alguna treta para que no vuelvan.

Pues bien, ahora resulta que ambas posturas se han puesto súbitamente de moda. La primera idea es la tesis principal del libro de Antoine Compagnon titulado los antimodernos y editado en España por el Acantilado, editorial que no ha publicado ni un solo libro malo desde que existe, la segunda como consecuencia de la remodelación del Prado, obra de ese cura seglar que hace ostentación de su autoritarismo estético disfrazándolo de humildad y que goza del mayor consenso político en los últimos tiempos: Rafael Moneo. El nuevo Casón del buen retiro se abre esta semana y ya he leído una veintena de artículos pidiendo la revisión del modo de mirar la Pintura de Historia. Vamos, como se dice vulgarmente, perdonándoles la vida.

En los Antimodernos Compagnon nos habla de la “Revolución Contraria”, que aquí se llama involución, pero como suena muy feo evita la palabra; o de “Oligarquía de la inteligencia” por no hablar de elitismos. De la “sociedad contra el individuo” característica esencial de la modernidad, a mi juicio; y de la venta por los colosales medios de comunicación actuales de la “víctima como verdugo” y al revés. En líneas generales excelente libro.

 

Lo que más me fastidia es tener que aguantar la enorme pedantería con que me van a explicar lo que yo ya sé los listos de la pluma de mi oficio y asistir al cambio de chaqueta generalizado que se avecina. ¡Ay!, señor, señor...

3 comentarios

anxova -

En mi blog hablo precisamente sobre todos estos temas, y, tengo que confesarlo, desde una óptica antimoderna.
En mi último post menciono precisamente otro libro de Acantilado: "Poética Musical" de Stravinski. Él habla de pompiers viejos y pompiers de vanguardia. Enemigos, pero más parecidos de lo que creen. Al final, tanto unos como otros están anclados en los principios del siglo XX. Yo prefiero vivir en esta época y no ser contemporáneo de unos y otros.

Por cierto, el tal Samaniego me "dio" clase en la Facultad de Bellas Artes de Pontevedra. Se supone que era profesor de pintura, pero ni nos mencionó un mísero pincel. Un tipo muy listo para trepar, a pesar de que no da un palo al agua y es un completo cantamañanas. Conociéndolo me explico que haya llegado a Venecia. Hay todavía mucho creyente en la Nada, como los del cuento de El Traje Nuevo del Emperador.

Anónimo -

Unas opiniones
Completamente de acuerdo en que la idea de progreso no es aplicable al arte.
Lo de la pintura histórica no me acaba de llegar porque no suelo sintonizar bien con la pintura narrativa, sin embargo me impresiona enormemente la calidad, la maestría, de los pintores
Con respecto al discurso (o los discursos) de Ruiz de SAmaniego, a quien he tenido la oportunidad de escuchar y leer en alguna ocasión, me da la impresión de que resulta tan escurridizo que lo mismo sirve para un roto que para un descosido. ¿SErá que mi pobre intelecto no alcanza o será que como no soy cristiano viejo no puedo admirar el retablo de las maravillas? Eso sí, es una persona muy pero que muy leída, lo cual le permite apuntalar-legitimar su discurso con un arsenal de citas eruditas

Anónimo -

SEPULTADOS POR LOS SNOBS DE LA MODERNIDAD QUEDARON LOS MAESTROS DEL XIX, QUE AHORA PARECEN QUERER RESUCITAR (EN EXPOSICIÓN SÓLO TEMPORAL, RECUERDA) AQUELLOS MISMOS, EN OPERACIÓN DE TRANSFUGUISMO PLÁSTICO, PARA RELLENAR EL NUEVO CUBO-PRADO DE MONEO. NO HAY PROGRESO Y NO HAY IDEOLOGÍAS POLÍTICAS EN PINTURA, SINO SÓLO PINTURA, BUENA Y MALA, Y CÓMO PINTABAN AQUÉLLOS...¿HAY ALGO SIQUIERA PARECIDO EN EL DESOLADOR PANORAMA ACTUAL? POR CIERTO QUE EL MEJOR DE TODOS ERA PRADILLA, QUE DE MANERA INEXPLICABLE CONTINÚA SIENDO PINTOR DESCONOCIDO FUERA DE SUS GRANDES COMPOSICIONES HISTORICISTAS.
DUDO QUE UNA REFLEXIÓN A LA CONTRA DE LA MODERNIDAD PASE A IMPERAR EN EL MUNDO DEL ARTE, COMO PARECES QUERER BARRUNTAR, SINO QUE PROSEGUIREMOS DESPEÑANDONOS POR EL ACANTILADO DE LA VACUA RETÓRICA DESOBJETUALIZADORA DEL CURATORISMO REINANTE, QUE HA CONSEGUIDO MATAR AL ARTISTA Y SUPLANTARLO CON SU DISCURSO ESTÉRIL.
EN CUANTO A ESTE ATERRADOR PANORAMA DEL VACÍO, QUERIDO PEPE, NO ME RESISTO A PEGAR ALGUNAS DE LAS ATROPELLADAS PERO LÚCIDAS REFLEXIONES DE E. ARROYO EN EL ÚLTIMO BABELIA, CON OCASIÓN DEL NUEVO ARCO:
"Según don Alberto Ruiz de Samaniego, el comisario del Pabellón de España de la actual Bienal de Venecia, "es evidente en la actualidad que el mercado corrompe pero también hay que pensar en que produce sus propios efectos, como la desmaterialización de los objetos en media, a-media, multimedia, red". Me pregunto qué comunidad autónoma le habrá nombrado. No, mi querido amigo, el mercado del arte no corrompe. Lo que de verdad corrompe es esta retahíla de tonterías, de corrupción, de cinismo, de ignorancia, de injusticia, de subvenciones en la que estamos metidos."
"Es desagradable truncar una cita y tengo que completar el párrafo donde don Alberto Ruiz de Samaniego evoca el mercado que corrompe y "los objetos en media, a-media, multimedia, red"; prosigue desde su seguridad filosófica afirmando que "la modificación del espacio objetual e intercambiable, sumado a la dificultad de controlar la velocidad y los derechos de reproducción, la democratización del acceso a la producción con el abaratamiento de la edición digital formularán muy pronto el cambio de relación entre creador, productor, actor, público y mercado. El arte del siglo XXI va a ser un arte sin objeto, desmaterializado. Debemos generar espacios simbólicos y productivos que favorezcan este tipo de flujos".

En 1959, cuando yo debuté en París como pintor detrás de un cuadro mío vivían tres personas: mi galerista, vendedor de la pintura, el negociante en materiales artísticos y yo. He olvidado el nombre de este simpático comerciante de la Rue du Dragon pero recuerdo que fiaba y cobraba poco a poco, pero de repente cuando yo percibía algo también se aprovechaba él. Hoy si se hicieran cálculos de la gente que vive detrás y gracias a la venta de un cuadro, se podría evaluar que serían más de cien, con la Agencia Tributaria a la cabeza. Me gustaría saber la identidad y la categoría de estos beneficiarios: conservadores, curators, organizadores de exposiciones, asesores, comisionistas, conseguidores, organizaciones varias, agentes de prensa, ayuntamientos, corporaciones, cajas, fotógrafos, restauradores, decididores... ¿para qué seguir?

Se está preparando la futura universidad internacional de curators. Parece ser que el curso académico no deberá exceder de siete u ocho meses (lenguas extranjeras serán bienvenidas). Los franceses, que en el tema de la cultura siempre están inventando algo, ya han creado en Grenoble L'École du Magasin. En esta escuela de carácter universitario se impartirán las siguientes asignaturas: critical curatorial cybermedia, curating and commissioning contemporary art, sin olvidar el curatorial training program. La directora Alice Vergara Bastiend afirma que "el curatorial es un campo de estudio que se distingue del de la obra de arte como objeto autónomo. Se entiende como una práctica interdisciplinaria y crítica". La directora del FRAC Lorraine, Béatrice Rose, no se queda a la zaga cuando nos recuerda que su papel es en principio poner ideas sobre la mesa y defenderlas con las producciones de los artistas."
"En el último Arco, distraído me confundí de puerta y ya casi entrando en el pabellón 7 me topé con un vídeo donde aparecía la extremidad de un hombre blandiendo una manguera de gran potencia, por lo que se adivinaba de la intensidad del chorro, que a tres metros de distancia regaba a una pobre desgraciada en pelotas."
"El miedo agarrota. Una galerista conocida me confesaba, y yo creía que se trataba de una broma pero iba en serio, que temía su exclusión porque había expuesto un botero. Hubiera sido lo mismo si hubiera colgado un arroyo. Además de ser insoportable es humillante."
"¿Una posible solución? Dividir los dos pabellones, con dos jurados diferentes. Los carrozas con los carrozas y los emergentes con los de la manguera. Una galería brasileña que está en el jurado y que lo que de verdad le gusta es la manguera, dudo si podrá juzgar a una galería que expone a Wifredo Lam, a Bram Vam Velde o a Sam Francis por la sencilla razón de que a lo mejor no sabe quiénes son exactamente."

(io)