Gripe
He estado enfermo, el médico me ha dicho que con gripe, con la gripe paralizante y excesiva de este año. Cuatro días temblando de frío y calor a la vez , sin poder leer, ni oír la radio, ni pensar, ni ser otra cosa que, estrictamente, un enfermo. Esta gripe, la de este año, como los trabajos en la administración, exige dedicación exclusiva.
Hoy estoy un poco mejor. Y me he puesto a escribir esto para ir haciendo algo, poco a poco, no sea que la gripe se despierte y me ponga en mi lugar.
Acabo de colgarle el teléfono a mi amiga Araceli Alonso de Guillaume, que me ha recordado que hoy cenaba con ella en su casa, en su casa de París, tal y como quedé hace más de un mes, y yo en Babia. Y es que me he pegado una semana sin encender el ordenador, ni coger el teléfono, ni comunicarme con nada que no fuese el deseo de recuperarme, de volver a ser yo.
Lo peor de perderme la cena de hoy en París es que cenaba, además de con Araceli y Patric, su marido, con Francoise Gillot, ni más, ni menos; con la única de las mujeres de Picasso que le mandó a freír espárragos (ya saben la de la foto de Capa en la que Picasso porta la sombrilla). Tenía muchísimas cosas que preguntarle, cosas irrelevantes e importantísimas para mí. ¡Que lástima!. Maldita gripe.
1 comentario
nubes -
Un abrazo