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pepe-cerda

Acoso

Ya empiezo a estar hasta los huevos del estado tardosocialdemócrata que decide lo que me conviene y lo que me deja de convenir. Para después legislar y atizarme si hago lo que el estado ha decidido que no me conviene. ¡De la piel pa dentro mando yo!, a ver si se enteran y  si no, habrá que organizarse, que esto se esta pasando de la raya.

 

Si yo no me pongo el cinturón de conducir y me parto la crisma en un choque, es asunto mío y no del estado.

 

Si yo voy a ochenta por hora en una vía desierta de tres carriles no pongo en peligro a nadie. Si el listo representante del estado ha puesto una ilógica señal de prohibición que limita la velocidad a cincuenta y un radar pegadito para pillarme, meterme una multa y quitarme seis puntos del carné, esto es acoso. Acoso a los pobres que no se han comprado el chisme que detecta y avisa de los rádares. Acoso al trabajador al que dejaran sin carné de conducir, y que cómo estará obligado a mantener a su familia deberá de continuar conduciendo sin carné y sin seguro, para así cometer un delito mayor para que se le termine de caer el pelo.

 

Si; orillado en un semáforo me llaman por teléfono de la radio para entrar en un programa en directo y mientras contesto a las preguntas me toca en el cristal un representante de la benemérita que me pide el carné, y el seguro y la ficha técnica y me vuelve a meter otra multa y me quita tres puntos más (tal y como me pasó antesdeayer), para después aconsejarme que me instale un manos libres, esto además de ser acoso ya me toca los cojones.

 

En menos de veinticuatro horas el estado me ha sacado seiscientos euros, más la mañana que tengo que ir a hacer cola para pagarlos;  nueve de los doce puntos del carné, que a este paso perderé antes de que acabe la semana, y me condenarán a estar un año sin carné ( o lo que es lo mismo: sin poder exponer y llevar los cuadros a dónde sea, sin poder moverme de mi casa de Villamayor y sin libertad de movimientos. Sólo yo sé el perjuicio que me puede causar eso.). Luego tendré que volver a sacármelo, y pagar lo que me pidan.

 

Todo esto por haber cometido dos delitos terribles contra la sociedad: no haberme comprado ni un “manos libres”, ni un detector de rádares.

 Llamo desde aquí a la disidencia ciudadana, o a hacer cualesquiera cosa que les pare los pies a estos legisladores que parecen ser accionistas de las empresas que fabrican los artilugios para defenderse de ellos

6 comentarios

Beatriz -

Te respondo en un idioma que vas a entender. Le incumbe al Estado que tú no te pongas el cinturón, porque si no te pones el cinturón y te partes la crisma, vas a ir a urgencias de un hospital público que pagamos el resto de los ciudadanos que sí nos lo ponemos. Este es un motivo entre otros, pero este seguro que lo comprendes.
En ese sentido tienen que cobrarte multas porque como alún día tendrás algún accidente por hacer lo que te salga de las pelotas en la carretera, irás a urgencias, así no pagamos todos tus gilipolleces y las de los demás.

Miguel -

Tú problema es tan sencillo como aprender a respetar las mornas.

Ramiro -

Yo creo que Cerdá tiene toda la razón del mundo. En Alemania no hay límites de velocidad, lo que hay son AUTOPISTAS. A las autoridades españolas les gusta meterse en la vida privada de la gente.

Guiller -

Con las barbaridades que uno ve al volante hoy en día -acuérdate de aquel canario reincidente que ya debería haber perdido los puntos de por vida-, me parece de lo más correcto que el Estado empiece a meter caña. No es cuestión de ricos o pobres, es cuestión de que realmente se apliquen con celeridad estas leyes, las cuales realmente apoyamos una mayoría. Ya sé que da mucha rabia cuando le toca a uno mismo pero, como decía el comentarista anterior, ajo y agua. Ahora, ya verás como te tocará ser más prudente, por lo tanto estas nuevas leyes "facciosas" habrán cumplido su objetivo.

Fernando -

Sintiéndolo mucho, Pepe, ajo y agua.

Si hicieras las cosas bien, no te pasaría nada. No me parece mal que te saltes las leyes a la torera, tu oficio tiene algo de rebelde, pero un poco de dignidad, cojones. Si te pillan, a lo hecho, pecho.

Y si no, haz las cosas bien, y no te multarán. Porque si un día vas sin cinturón, te partes la crisma, y en rebote le pasas por encima a alguien, o si te despistas por llevar el móvil en una mano, y atropellas a alguien, pasarás a la historia como un perfecto hijo de puta en vez de como un gran pintor.

Tu mismo. Yo creo que no merece la pena.

Que cuando se pone una norma, es por algo, aunque tu ego te haga confiar en que por no hacerlo, no pasa nada.

(los que se ponen un detector de radares ya son unos perfectos hijos de puta, una cosa no quita otra).

Luis Augusto -

Bienvenido al mundo real.Con tus tan numerosos seguidores quizás sea el momento de tomar una postura activa e iniciar un movimiento ciudadano contra la "fasciscitación" de nuestros políticos..
!Vaya éxito lo de tu libro¡Enhorabuena..