Nuevos españoles

Lo curioso es que este modo, que yo creía en aquellos años de origen genético, de tratar al extranjero y a lo extranjero desde la inferioridad era común en todos los ámbitos de la vida española. El español de entonces acompañaba a la movida a quién hiciese falta. Del mismo modo que sus padres acompañaron, en las noches del Chicote, a Hemingway, a Ava Gadner y a Orson Welles; Cessepe y Almodóvar perdían el culo con Andy Warhol cuando exponía en Vijande; Dokupill, Schnabely y Kippenberger no se levantaron jamás de la mesa que tenían eternamente reservada en el Cokk. Siempre estaban rodeados de artistillas, generalmente sevillanos, que en cuclillas les rodeaban y acudían prestos a por los gintonic, al tiempo que les reían las gracias en inglés. El español era así. Ese era el papel que nos había tocado en el reparto mundial: el de entretener a los aburridos e importantes extranjeros.
Pero esto cambió súbitamente en una generación, la de los noventa. Esos nuevos españoles ya no consideraban una obligación el ser simpático y se fumaban los porros que les daba la gana y con quien les daba la gana. Hablaban Ingles y lo que hiciera falta. Habían hecho el c.o.u, o como se llamase entonces, en Estados unidos. Habían follado en idiomas y en el extranjero desde sus primeros polvos.
Ahora andan de la treintena para abajo y cuando hacen cine lo hacen sin tópicos, sin guiños para ser perdonado por ser español, y seguro que cuando les den el oscar no harán el ridículo haciendo gracias manchegas en inglés. Cuando corren en Formula 1, lo hacen para enseñarle a conducir al alemán. Cuando juegan en la N.B.A. al baloncesto saltan y corren y encestan, como si fuesen americanos, y son discretos e inteligentes. Y no se las dan de nada. Son ciudadanos del primer mundo y de este modo se comportan.
Estoy hablando de Amenabar, de Gasol, de Alonso y de lo que ellos representan.
Por fin en España, como decía aquella vieja canción, empieza a amanecer...
4 comentarios
mariposa -
Raquel -
Miguel Carcasona -
- Quienes antaño (o sus sucesores) le aguantaban la copa de vino o el gin-tonic a ciertos personajes, hoy le aguantan lo que toque a los Auster, Sontag (q.e.p.d.), etc. No es lo mismo porque los modos de la época son distintos, pero recuerda lo que (aproximadamente) dijo Buñuel de Hemingway:sin los cañones de la 6ª flota imponiéndolo a cañonazos por el mundo, no sería ni la cuarta parte.
- Igual que hace X años, nada (o casi nada ) que no se produzca en EEUU tiene valor o resonancia. Igual que hace X años lo que no se produce en Madrid (o Barcelona, como mucho) no tiene valor o resonancia a nivel interno = el palurdismo nacional no ha variado en exceso.
- Gasol o Alonso no hacen el payaso como no lo hicieron Fernando Martín o Pérez Sala. La diferencia es el nivel alcanzado por aquellos respecto a éstos, lo que no tiene tanto que ver con mentalidad como con posibilidades económicas o físicas = mejores condiciones de trabajo.
- Respecto a Amenábar, de lo que le he visto, no acabo de encontrarle demasiada diferencia (o personalidad propia) con ciertos plastones de Jolibúd. Más que no llamar la atención, el mimetismo lo confunde.
- En tiempos de La Movida, Milladoiro o Jordi Savall, por poner dos ejemplos alejados en la estética, elaboraban obras maravillosas sin necesidad de travestirse física ni mentalmente.
mena -
Hala pues
Abrazos