TRABAJAR DE NOCHE

Espero que no sea el caso de hoy. No he mirado ninguno de los cuadros mientras los hacía. Lo he dejado para mañana. Mañana los veré y Dios dirá.
El problema es que no tengo más tiempo y que la acuarela es irretocable. Además he de salir hacia París, como muy tarde, al mediodía si quiero llegar a dormir en Limoges. El día veinticinco Jacques coge el avión para Sanghai y ha de llevarse las acuarelas por narices. Los marcos ya estan integrados en las paredes. Sólo faltan los cuadros... Para que luego digan que este es un oficio tranquilo...
2 comentarios
Javier -
Un fuerte abrazo
Anónimo -