Humor paralímpico.
En un bar del casco antiguo de Zaragoza entran dos parroquianos. Uno es manco, parece que desde hace tiempo. Empuja con el brazo que le queda una silla de ruedas que porta al otro con las piernas amputadas por debajo de las rodillas. Por lo nueva que está la silla y por los vendajes limpios deduzco que la amputación es reciente. El camarero tartamudo les recibe con alegría.
-¿Qué..qué...os...pon..pon...go?.
-Qué nos vas a poner tontolaba. ¡Dos carajillos!
-¡A..a..a..ahora... os...os...po...po...podéis...en...en...en...trenar... pa...pa...para ir a...a...a...las o...o...o..olimpiadas pa...pa...paralímpicas¡.
El recién amputado le contesta.
-Si es buena idea. Y tú te vienes de locutor de radio.
2 comentarios
eldese -
Javier -
Abrazos