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pepe-cerda

De la evolución y los seres de la cúspide de la pirámide.

Primero empezó la Biblia con eso de qué el hombre era el rey de la creación. Más adelante se nos contó en el libro de los libros como después de Caín (el agricultor y transformador de su entorno del que todos somos descendientes-aunque no nos digan con qué hembra, ¿quizás con su propia madre Eva?-) y tras cargarse a su hermano ecologista Abel, nos convertimos en civilizados. Los elegidos de Dios, claro. A los no elegidos a los herejes e infieles se les podía dar toda la caña qué se quisiera. Leña al mono hasta que aprenda catecismo.

Esto podría ser una regla general de todas las religiones monoteístas. A los nuestros todo y a los demás caña. Siempre te dejan la posibilidad de “convertirte” para  no parecer tan injustos.

Darwin con su teoría de la evolución de las especies estableció claramente diferentes categorías en la evolución. Desde los seres monocelulares a los mamíferos, ni más ni menos. El Darwinismo sociológico fue precisamente la excusa que empleó el nazismo para decir científicamente que la raza aria era la más evolucionada, por lo tanto la más alejada de aquél primer ser vivo monocelular. O por decirlo en cristiano (nunca mejor dicho) la más industriosa de las sagas de hijos de Caín. Esto les dio la razón para liar la que liarón Y tener razón es el arma más mortífera en el aparente estado de derecho como el que vivimos.

La religión monoteísta que ahora adoramos es la democracia. Cómo en las cruzadas mediavales andamos embarcados en un par de guerras para imponer la democracia a hostias.

Como en toda religión monoteísta, como en toda categorización Darwiniana, tenemos nuestros sacerdotes o nuestros sabios cargados de fe o razón (que cada vez viene a ser más lo mismo) que nos dicen a los no “elegidos” lo que nos conviene o nos deja de convenir.

Yo no soy ni de izquierdas, ni de derechas. Lo que es un primer defecto grave para existir en democracia. Yo lo único que diferencio en la historia son los sistemas de gobierno totalitarios y sistemas de gobierno liberales. Yo defiendo un adelgazamiento del estado para que nos dejen respirar un poco a los ciudadanos, para que nos dejen equivocarnos. Defiendo que no se aplique la categorización Cainita o Darwiniana para decidir quien come o quien no, quien vive o quien muere. Tal y cómo se aplicó en el estalinismo o en el nazismo por ejemplo.

Pues bien: en este país y en la última campaña de tráfico se nos decía textualmente: no podemos conducir por ti. Todo un paradigma de lo que este estado, o mejor dicho los que ejercen el poder en este estado piensan de sus gobernados. Ellos lo hacen mejor que nosotros. Ellos saben mejor que nosotros lo que nos conviene. Ellos nos quitan los puntos del carné por nuestro bien y premian a los buenos con dos de propina. Como con los caramelos en la guardería. Es en el fondo el mismo principio que cargaba de razón y de ley a  los de la revolución cultural china. Por su bien ahogaban a los recién nacidos en los arrozales delante de sus padres. Con gran alegría de los responsables del partido y funcionarios. Era el bien común lo que debía primar.

Todo el mundo parece estar de acuerdo que el bien común es el dogma primero de la democracia. Tan importante que está ligeramente por encima de la otra falacia, perdón de la otra ley general,  la de igualdad entre los creyentes demócratas.

Pues bien: esta crisis esta poniendo en obscena evidencia las categorías de nuestra sociedad. Esta crisis no la están padeciendo los verdaderos creyentes demócratas bautizados por el rito admitido de la oposición. Los que quieren conducir por nosotros están exentos de pegarse una hostia en la carretera por llevar veinte horas conduciendo para entregar el pedido. Los que han aprobado la oposición son los seres más evolucionados desde el organismo monocelular. Son los arios. La casta superior.

Al igual que las religiones monoteístas le dicen al infiel: conviértete. Habed hecho oposiciones o meteos en política para poder ocuparos de lo que les conviene a los demás y de cuales han de ser sus obligaciones, dicen los elegidos. Como por ejemplo ahogar al segundo hijo en los arrozales en el régimen maoísta, o denunciar al vecino judío en el nazista.

Esta crisis va a ir a peor y, como en todas las situaciones de verdadera emergencia, nadie va a querer perder sus privilegios. Estos van a ser dentro de poco tan obscenos, con respecto a los que no los tengan, que mucho me temo que las cosas desde el punto de vista político van a ir hacía un cierto totalitarismo, disfrazado de buenismo paternalista. Estén atentos a las disposiciones que en nombre del bien común van a tomar en los próximos meses los que se han ganado su poder de decisión por oposición, o por las urnas, o por las dos cosas. Los de la categoría máxima. Los mejores hijos de Caín o los más evolucionados seres desde el punto de vista Darwiniano.

 

3 comentarios

meri -

Un poco obsesionado con los funcionarios muchos estan peor pagados que muchos trabajadores de empresas.
Y muchos trabajamos mucho y estamos sometidos a horario y carecemos de algunos derechos que si tienen los trabajadores de hecho despues de años y años de servicios una oposición puede dejarte en la calle sin idemnización alguna o si eres una pizca mejor que los contrincantes o tienes mejor día ascenderte a ese cielo que parece pepe cerda, que tu idealizas.
Hay otros seres que se han convertido en los nuevos aristocratas y hemos de pagar vitaliciamente unos pocos años servidos al pueblo, al margen de haber sevido bien o mal, Y encima presumen de republicanos.
Vaya que yo al menos te envidio, me gustaria ser capaz de trabajar como tú lo haces haciendo lo que más te gusta;porque me encanta mi trabajo pero lo que más me gusta me espera si quiere ser que llegue al día de la jubilación con suficientes facultades.

alfonso -

alfonso -

Gracias por tu vuelta. No se que cuentas en tu último escrito, te pareces al Brea ese pesado que no sabe que dice aunque tus argumentos sean mucho mas evidentes y sólidos. Como simpre, un abrazo y mi agradecimiento más sincero