-No pienses. ¡Trabaja!.
En Paris, hace años, trabajaba a menudo codo con codo con mi amigo chino Xiao Fan. Ambos exponíamos con la misma galería holandesa y las vísperas de las ferias y las exposiciones nos pegábamos las noches en blanco enmarcando y embalando lo que fuésemos a exponer. Él trabajaba con la misma cadencia de una máquina. Yo no. Era normal. Xiao fan había salido de la china comunista al principio de los ochenta casándose con una agregada de embajada a la que daba clase de caligrafía. Hasta entonces había trabajado como sastre en jornadas interminables en una fábrica de su país. Estaba entrenado.
Yo mientras trabajaba en la noche, resoplaba, maldecía mi suerte, me paraba a fumar un cigarrillo e intentaba iniciar alguna conversación.
Él, muy serio, me clavaba la mirada inquisitivo y me decía:
-No pienses. ¡Trabaja!.
Desde hace meses trabajo en una solitaria nave industrial. Estoy preparando un exposición para un lugar enorme y pienso muy a menudo en la frase de Xiao Fan.
Cuando se trabaja si se quiere ser eficaz no se debe cavilar. Se debe de pensar antes y luego ponerse a ejecutar lo pensado. Por esto no escribo tan a menudo como antes. Ahora no pienso, no cavilo, sólo trabajo.
10 comentarios
Rocio Fernández Urrusuno -
nana -
nana -
carmen -
Saludos.
LuisPi -
JODER CON LA CRISIS !!
JODER CON LA CRISIS !!!
JODER CON LA CRISIS !!!!
hasta los pintores tienen que hechar horas extras.
LuisPi -
Ale Pepe.
Anónimo -
Roberto -
javier -
Un abrazo, amigo Pepe.
josé -