¿Crisis?, ¿qué crisis?.
Después de estos años de bonanza especulativa en España, tolerada y auspiciada por el estado y su sinónimo: el sistema financiero, los grifos de la pasta fácil han dejado súbitamente de manar.
A los acostumbrados a la pasta gansa y creciente se les ha acabado el chollo de repente y braman a quién les quiera oír que hay una crisis tremenda y estructural. Exigen una solución política y urgente para seguir llenándose el buche.
Sin embargo, los paniaguaos retirados de la vida por la administración con la panoja de los impuestos de los demás dicen que no hay de qué preocuparse, que no cunda el pánico que esta crisis no es una crisis, que se trata sólo de una “desaceleración” mientras disfrutan de sus moscosos y trienios.
Los que ni las hemos “trincao” a saco en estos años buenos ni hemos tenido la precaución de conseguir una buena canonjía institucional en la cosa de la cultura somos, como siempre, los que vamos a pagar el pato y, sin embargo, somos los únicos que no nos quejamos.
¿Curioso?, ¿No?.
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chime -