De los tiempos y de las costumbres.
¡Hay que joderse lo que hemos cambiado!.
Cuando niño, allá por los primeros setenta, cuando estudiaba en el colegio de los padres Escolapios de la calle General Franco de Zaragoza (había que precisar la calle puesto que había en Zaragoza dos Escuelas Pías más: la de la calle Sevilla y la de Cristo Rey en la carretera de Huesca) íbamos a hacer gimnasia a lo que se llamaban “los campos”, que era una finca lindante al Ebro, justo dónde ahora se construye el puente de la iraní para la expo 2008, en dónde se encontraban las instalaciones deportivas del colegio. Como estaba lejos nos llevaban en autobús y atravesábamos parte de la ciudad. El conductor del autobús que se llamaba Eulogio llevaba siempre una bota de vino colgada del asiento y aprovechaba las paradas en los semáforos para echarse unos larguísimos tragos, recuerdo perfectamente el sonido regurgitante de su gaznate. Después mientras se limpiaba la boca con la boca manga le decía, al tiempo que arrancaba, al cura que nos acompañaba.
-Si gusta, échese un trago.
Y el cura haciendo equilibrios por el traqueteo del autobús bebía largamente de la bota.
Todo esto no nos extrañaba lo más mínimo. Ni a nosotros ni a los guardias urbanos del trayecto que ,como siempre era el mismo, ya los conocía y solía saludar. A veces de reojo y con una sola mano ya que con la otra sujetaba la bota mientras bebía.
¡Hay que joderse lo que hemos cambiado.!
2 comentarios
LuisPi -
taxidermista -