Del coste de que la sociedad dialogue consigo misma.
Los arquitectos Herzog y De Meuron han realizado un proyecto para la ampliación de la Tate Modern de Londres. A mí personalmente no me gusta ni un pelo, ni tampoco me gusta ni un pelo lo que proponen para el espacio Goya de Zaragoza, pero que a mí me guste o me deje de gustar es lo de menos, que sabré yo de esto si sólo soy un mono pintor.
Lo que quiero compartir con ustedes son las jugosas declaraciones del ministro de cultura inglés James Purnell para defender el gasto de cincuenta millones de libras en el proyecto. Seguro que se las ha chivao Vicente Todolí, pero al sacarlas del contexto dónde este tipo de aseveraciones suelen ser comunes: los textos sobre arte contemporáneo o estética para llevarlas al terreno de la justificación arbitraria de un gasto público, quedan de lo más cómicas.
Van pues:
"El arte es una conversación de la sociedad consigo misma, por él descubrimos nuestra memoria y el significado de nuestras vidas"
Da por supuesto que lo que hacen Herzog y Meuron es arte porque lo dice él. Que el edificio de estos es bueno para que la sociedad hable consigo misma y para que le encuentren significado a sus vidas los ciudadanos londinenses. ¡Y todo esto por cincuenta millones de libras de nada!. O lo que es lo mismo Setenta millones de euros, que son once mil seiscientos veinte millones de pesetas de los que el despacho de los arquitectos va a trincar una cifra cercana a los mil millones, de pesetas por aclararnos.
Pero si se consigue que la sociedad hable consigo misma no es tan caro, y es una obra que va a quedar para la historia. ¿Quién se acuerda de lo que costaron las pirámides?.
Y es que los pobres no deberíamos nunca conocer las cifras que nuestros gobernantes se gastan por nuestro bien, para que seamos más felices.
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LuisPi -