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pepe-cerda

Pedigrí

Pedigrí Yo he pasado algunas temporadas viviendo en dos edificios de Le Corbusier. En la Fundación Suiza y en la “Casa do Brasil” ambas en la “cité international universitaire de Paris”. Están situadas a escasos cien metros la una de la otra. La de Suiza había sido convenientemente mantenida y se le habían ido instalando los adelantos de cada época con el máximo respeto a la obra del “genio” y la de Brasil, estaba “tal cual”, hasta la pintura era la original, con sus muebles de contrachapado ajados y garabateados. Era una de las casas más baratas de la cité por el estado en que se encontraba. El frio en invierno era indescriptible. Los grandes ventanales de vidrio cumplían muy bien la misión de refrigerar en invierno y socarrar en verano. Los muebles se iban rompiendo y a menudo se tiraban a un contenedor cercano. La ducha era un poema ya que era de cemento encofrado, sin ningún tratamiento, y en los agujeros había toda clase de hongos y líquenes, una familia de estos me acompañó en los pies una temporada hasta que a base de cremas y paciencia la exterminé.
Ayer el pasado, como suele hacer, se presentó sin avisar. Recibí por e.mail, un prospecto de una subasta. Se trata de los muebles originales de Le Corbusier de la Casa do Brasil. Y en la pantalla han ido pasando fotos de mi antigua habitación, de la mesa de las sillas, etc. Igual, o más, ajadas que las dejé, que por eso son valiosas, porque son “oríginales”. Los precios rondan los dieciocho mil euros por mueble.
Quizás si me hubiera guardado una cepa de los hongos de la ducha podría tener ahora un capitalito. Los podría haber ido vendiendo con su pedigrí incluido a los numerosos adeptos de este señor, al que suelen llamar, de un modo desenfadado y familiar: “el Corbu”. Pero no se me ocurrió y perdí, como siempre, una buena ocasión de tener una rentita, que parece que los tiempos vienen muy malos...

1 comentario

uno de aquí -

Pero mira que eres tontico maño. Mira a ver si te vas callando un poquico...