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pepe-cerda

Crédito

Crédito El mundo económico y el sistema financiero han hecho creer lo imposible, lo insensato. No sólo saben en que consiste el futuro, lo desconocido, sino que saben cuanto va a costar, le ponen precio. Estoy hablando del crédito, ( sospechosamente se parece al credo cristiano, a la fe). El crédito sólo es posible desde la fe en el progreso.
Al héroe moderno antes de salir a por el Vellocino de Oro, se le propone un seguro de accidentes y un plan de pensiones. Paradójicamente la sociedad fundamentada en la idea de progreso, le tiene pánico al futuro. Esto es porque en el fondo de nosotros todos sabemos que la única medida con la que contamos es nuestra propia vida y que esta es finita. Y aunque debamos creer ciegamente en el crecimiento continuado, sabemos que nada crece ilimitadamente. Digo esto porque esta idea es uno de los principales nutrientes del arte. Todos somos excelentes poetas la noche antes de que nos condenen a muerte.

4 comentarios

José Antonio -

No todo crédito, por el hecho de serlo, es especulativo u oneroso, esto es, contrario a los postulados de la fé o el crédito divino. El crédito que es conforme a los principios de Dios, no es oneroso. El mismo Moisés, en el Deuteronomio, introduce entre el pueblo de Israel el principio divino del crédito sin interés, cuando establece: "No exigirás de tu hermano interés de dinero, ni interés de comestibles, ni de cosa alguna de que se suele exigir interés. Del extraño podrás exigir interés, mas de tu hermano no lo exigirás, para que te bendiga Jehová tu Dios en toda obra de tus manos en la tierra adonde vas para tomar posesión de ella". Claramente para Moisés, el crédito oneroso es contrario a los principios divinos. El interés ha transformado en profano lo que es sagrado: el crédito, en cuanto expresión del afecto filial de la familia humana. El crédito sin interés es de Dios. El crédito oneroso es de Satanás, el profanador de lo sagrado.

Nicolás -

La idea del crédito bancario tiene mucho que ver con el cristianismo. Está también ligada a la idea de tiempo lineal (en contraposición a la temporalidad cíclica que predomina en las sociedades tradicionales), a la idea de la vida como un camino... que continúa después de la muerte, con un breve intermedio en el que se "rinden cuentas" a Dios. Porque el crédito bancario no es imaginable sin otras dos instituciones monetarias: la herencia y las deudas que se heredan.

Francisco Ortega -

Tienes razón, sin duda. Acabo de aparecer en el universo internaútico. Piérdete por mi web un ratico, anda. www.roberto_zucco.blogs.com Saludos.

Teresa -

en la ilusión de perpetuar...