Talento.
Hay una suerte de Dandysmo hispánico que desgraciadamente está en vías de extinción. Estoy pensando en Chaves Nogales, en Camba, en Fernán Gómez.
Ese modo de ser y estar, ese profundo escepticismo provocado por el mero hecho de ser español y asumirlo, ese sentido del humor elevado a sistema de pensamiento, ese modo de volver a ser Quevedo, se ha mirado, y se mira, desde la intelectualidad afrancesada con una sonrisita y de soslayo. Como personajes fruto de una época, afortunadamente superada.
El descreimiento, que es la única herramienta eficaz para abrir los ojos, ha sido castigado sistemáticamente por el aparatoque fabrica la cultura en este país. Fue, paradójicamente, la censura el caldo de cultivo más eficaz para el florecimiento de este tipo de personaje. Pero cuando los intelectuales se instalaron en el poder democrático, adiós muy buenas.
Ahora que somos libres, cuando la invisible e inodora neocensura socialdemócrata nos hace vivir en la fe de que ya somos otros, resulta que no hay manera de que esto florezca. Y es lógico; reírse de sí mismo y de tu oficio, y hacerlo bien, desenmascara al tiempo a los colegas que con cara de indio tomando bicarbonato están intentando instalarse, y eso es tremendamente peligroso para ellos que no tienen ni media bofetada.
Por esto instintivamente se unen para acabar cuanto antes con los sediciosos. Porque les falta el arma secreta para ser Camba, o Chaves, o Fernán Gómez, que es tener, simple y llanamente: Talento.
Posdata: Puedo escribir esto mismo con artistas plásticos como protagonistas, pero podría sonar a pataleta, y no me apetece.
Ese modo de ser y estar, ese profundo escepticismo provocado por el mero hecho de ser español y asumirlo, ese sentido del humor elevado a sistema de pensamiento, ese modo de volver a ser Quevedo, se ha mirado, y se mira, desde la intelectualidad afrancesada con una sonrisita y de soslayo. Como personajes fruto de una época, afortunadamente superada.
El descreimiento, que es la única herramienta eficaz para abrir los ojos, ha sido castigado sistemáticamente por el aparatoque fabrica la cultura en este país. Fue, paradójicamente, la censura el caldo de cultivo más eficaz para el florecimiento de este tipo de personaje. Pero cuando los intelectuales se instalaron en el poder democrático, adiós muy buenas.
Ahora que somos libres, cuando la invisible e inodora neocensura socialdemócrata nos hace vivir en la fe de que ya somos otros, resulta que no hay manera de que esto florezca. Y es lógico; reírse de sí mismo y de tu oficio, y hacerlo bien, desenmascara al tiempo a los colegas que con cara de indio tomando bicarbonato están intentando instalarse, y eso es tremendamente peligroso para ellos que no tienen ni media bofetada.
Por esto instintivamente se unen para acabar cuanto antes con los sediciosos. Porque les falta el arma secreta para ser Camba, o Chaves, o Fernán Gómez, que es tener, simple y llanamente: Talento.
Posdata: Puedo escribir esto mismo con artistas plásticos como protagonistas, pero podría sonar a pataleta, y no me apetece.
2 comentarios
al comentario anterior -
triunfa hasta la pancracia
menos lloros
que delatan
Juan Bernio Salas -
Lo peor para triunfar en este pais es tener talento. Es insultante para el resto.