Blogia
pepe-cerda

Qué me sabré yo.

No sé si a ustedes les pasa pero a mí de un modo recurrente me vienen a la cabeza situaciones o frases pronunciadas o vividas hace mucho tiempo sin venir a cuento. Se presentan en mi cabeza súbitamente aunque no esté reflexionando sobre el contenido de la frase impertinente o sobre la situación recreada.

Si esto me ocurre es porque, de algún modo que se me escapa, aquella situación o frase me marcó. Aunque yo no les encuentre explicación son importantes para mi psiquis, luego han de ser importantes para mí. Últimamente las apunto y procuro especular a partir de ellas intentando sacarles su jugo plástico, pero de momento son sólo notas en algunos cuadernos para ver que dan de sí.

Me gustaría saber de qué modo se almacenan nuestros recuerdos en el cerebro. Qué proteína es capaz de memorizar. Cuál es el mecanismo del olvido y cuáles son las neuronas de nuestro cortex que hacen que se vomiten aparentemente sin causa las frases y situaciones que me visitan desde el pasado. Así quizás descubriese que no son más que cortocircuitos o filtraciones de neuronas colindantes a las utilizadas en el momento de su aparición.

Leo libros de divulgación de neurofisiología que me parecen fascinantes, pero no encuentro explicación a este asunto.

Los psicoanalistas dicen saber en qué modo nos afectan y que son situaciones traumáticas. Dicen que nos pueden “sanar” por medio de la terapia, o psicoanálisis, pero es que yo no creo que el “jarabe de pico” sirva para curar nada. Además tampoco creo que sea una enfermedad sino una particularidad de los humanos.  Pero como decía mi abuela; “qué me sabré yo”.

2 comentarios

José Luis -

Buenos días.

Por si tienes un rato largo para leer, no los conoces, y realmente quieres conocer algunas claves de nuestras fantasmales neuronas:
Steven Pinker: Cómo funciona la Mente, y especialmente relacionado con las dudas que planteas, El mundo de las palabras.

Que vaya bueno, que decía la mía.

Carlos -

Tus cavilaciones me parecen un poco holocausticas, pero no te falta razón a la hora de advertir que el dinero que antes se derrochaba con tanta facilidad esta en algún sitio.
Esto es un síntoma inequívoco que cada vez los ricos son mas ricos y los pobres mas pobres. Solo los elegidos tienen la condena de manejar los hilos.
Pobres desgraciados.