De no sé qué.
Son las dos de la mañana. Vengo de la enésima cena solidaria de este otoño. La burguesía local se ha puesto sus mejores galas para asistir. Yo he ido directamente del estudio con camisa de cuadros de leñador y una raida chaqueta de pana. Esto me hacía parecer el artista de la reunión. Tener aspecto de artista me resulta muy desagradable. Ha parecido que lo he hecho a idea, pero no. Sencillamente había olvidado el día en que se celebraba. Me había comprado la entrada y la cena una amiga que me ha llamado a última hora recordándomelo y he asistido sin más. Procuro vestirme del modo mas discreto y anodino posible. Un poco desastrado, eso sí, pero no es intencionado: es mi carácter.
He visto caras de señores mayores que me han resultado familiares. Al rato los he reconocido. Han resultado ser antiguos compañeros de clase y una punzada me ha atravesado el alma para recordarme que yo también soy un señor mayor.
¡Qué le voy a hacer!.
En el coche, de vuelta, he vuelto a pensar en Félix, en su muerte, en mi muerte. En el sin sentido de intentar construir una obra literaria, o pictórica. En las miles de horas pasadas en la soledad mas abrumadora para escribir unas páginas o garabatear cuatro manchas en un lienzo. Para que, con suerte, te escriban tras tu muerte una docena de obituarios.
¿Dónde habrán ido a parar los mil y un conocimientos de Félix?. ¿Por qué vivió tan angustiado por el peso de la obligatoriedad de escribir algo verdaderamente bueno?.
No lo sé.
No creo que tenga nunca la respuesta.
Sólo sé que los señores que hoy he visto en la cena y que en su día vi con pantalones cortos y postillas en las rodillas no tienen la mirada con la que Félix me miraba. Me miraba del mismo modo inquiriente con el que uno se mira al espejo. Sabiendo quién se es pero sorprendiéndose de su reflejo.
2 comentarios
Pilar -
Pepe, tú como todos, tenemos un "porqué" y tú mejor que nadie sabe que no hay mayor aprendizaje que el dolor, como en este caso, para aprender. Seguro que cuando el dolor agudo se vaya mitigando, encuentras en el recuerdo de Félix, tu amigo, otro "porqué" para seguir pintando y creando como tú dices que él hacía. También sabes que la soledad es muy creativa porque a veces hay que callar para escuchar la voz interior que te dice si vas por buen camino y si lo que haces tiene valor para los demás y sobre todo para tí.
Luis Picas -
Tienes un amigo
Para los que les falta un amigo,
'Tienes un amigo'
(You've got a friend)
Carole King / Adapt. Patxi Andión)
Cuando no consigas
alguien con quien recordar
y nadie, nada sonría al pasar
mira lejos y piensa en mí
bajito nómbrame
que así tu voz me llevará donde estés
Donde estés tú llámame
y en un vuelo ahí estaré
seré la parte que te falte del aire
haga frío, lluvia o calor
cada vez que quieras, yo
estaré donde tú estés
Si la tarde rompe
la noche de un golpe en tí
y el viento del norte oyes gemir
párate de cara a él y grita
grítame y verás mis brazos detrás de él
Donde estés tú llámame
y en un vuelo mi corazón
será la parte que te falte del aire
haga frío, lluvia o calor
cada vez que quieras, yo
estaré
Tú sabes que hay un mismo tiempo en los dos
que somos una canción
que somos, que aún nos tenemos
que somos flor de futuro
en un mismo corazón
Donde estés tú llámame
y en un vuelo ahí estaré
seré la parte que te falte del aire
haga frío, lluvia o calor
cada vez que quieras, yo
estaré donde tú estés