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pepe-cerda

Más cavilaciones.

Cavilo que, los que rondamos los cincuenta, somos la primera generación  de la historia de España que ha cumplido el medio siglo sin matar ni haber visto matar. No ha sido el caso ni de nuestros padres, ni de nuestros abuelos, por citar las generaciones que hemos conocido. Nuestros padres y abuelos vivieron una o dos guerras, la civil y la de África, en el caso de los míos.

Recuerdo las postales que leí de niño y que le mandaba mi abuelo desde Nador a mi abuela en los años veinte en las que a menudo se refería a los hechos de la guerra con toda naturalidad. Los hechos de la guerra desde el punto de vista del soldado no son sino muerte y miseria. Mi abuela las guardo toda su vida como cartas de amor sin que le molestase o repugnase los hechos que allí se relataban. La muerte y la vida se mezclaban con el amor con toda naturalidad.

Cavilo que mi madre mato centenares de pollos y conejos, así como ayudó en decenas de matacías de cerdos y degüellos de corderos. Uno de los más vivos recuerdos de mi niñez es el algodón impregnado de alcohol y encendido que se empleaba para quemar las últimas plumas de los pollos tras escaldarlos y desplumarlos. Ahora todo esto se perpetra de un modo industrializado en los mataderos y se nos presenta los filetes en bandejas de porespán.

Así nuestra conciencia está más tranquila.

Cavilo que hemos sido educados por unas generaciones que en su totalidad sufrían de un modo natural eso que ahora llamamos estrés postraumático.

Cavilo que todos los escritores del pasado y que me han formado son también asesinos.

Cavilo que en esta cultura del analgésico que me ha tocado vivir se vive escondiendo la muerte y la decrepitud. Tal y cómo se hace con los niños.

Cavilo que somos una sociedad infantilizada y formada por Walt Disney.

Cavilo que por eso el estado legisla por nuestro bien. Por eso quiere conducir por nosotros, se preocupa de lo que fumamos y bebemos, y nos inspecciona.

Cavilo que por eso tenemos tantos problemas imaginarios.

5 comentarios

taxidermista -

El otro día vi un documental sobre un estudio que decía que nos gusta más la comida cuanto menos se parece al organismo muerto de que la obtenemos, por eso los niños prefieren las barritas de pescado a una merluza asada con los ojos blancos, el paté a el higado a la plancha. El proceso descontestualiza la carne haciendola más tolerable a los ojos de unos seres que temen tanto la muerte que no desean verla ni si quiera cuando esta es necesaria para mantener su propia existencia. Pero no te engañes aunque tu personalmente no seas un asesino tu unica existencia posiblemente halla causado mas muertes que las de todos los autores del pasado de los que hablas juntos.

Santiago -

Me han gustado tus cavilaciones. Yo que voy a hacer 68 en este julio me considero un afortunado por no haber conocido la guerra. Dudo de que mis nietos sean tan afortunados...

José Luis -

Hala, Pepe, no caviles tanto, y a ver si almorzamos un día (sin cavilaciones profundas).

meri -

Y sin embargo esta sociedad tan infantil acoge en las escuelas a Todos los niños como alumnos, defiende muchos derechos que antes eran negados por tan distintas razones!
Condición social, estado fisico, lugar de origen...
Creo que nuestros antepasados tenian "nuestros problemas imaginarios" a los que sumaban los problemas reales de enfrentarse a la necesidad de sobrevivir superando todos los remilgos.

Vicente -

cavilar.
(Del lat. cavillāre).
1. tr. Pensar con intención o profundidad en algo. U. t. c. intr.


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¡Qué hermoso verbo!